Con el fin de que el texto final del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que se firmará el próximo viernes en Argentina, contenga fielmente lo acordado entre Ottawa y Washington, se sigue ajustando lo que será la última versión, indicaron funcionarios canadienses.
El texto dado a conocer por el Departamento de Comercio de Estados Unidos a comienzos de octubre pasado no contiene las palabras exactas en lo acordado por los negociadores canadienses con sus contrapartes estadunidenses, indicaron las fuentes cercanas al proceso.
Mencionaron como ejemplo, el anexo 3-B del comercio agrícola bilateral que establece los requisitos de notificación para Canadá en caso de que desee cambiar los aranceles para sus industrias de lácteos, aves o huevos con gestión de suministros, el cual no refleja lo acordado el 30 de septiembre pasado entre ambos países.
De igual forma, se está afinando la versión en francés, segundo idioma oficial en Canadá. Aún no se sabe cómo aparecerá el nombre del tratado en los documentos canadienses.
En Estados Unidos es UMSCA, en México T-MEC y hasta ahora Canadá no ha definido oficialmente cómo lo llamará.
La negociadora Chrystia Freeland dijo la semana pasada que en los documentos canadienses se está llamando “CUSMA”, poniendo a Canadá primero, aunque señaló que preferirá referirse a él como “el nuevo NAFTA”.
“Se sigue trabajando en ello y las discusiones continúan”, declaró Adam Austen, vocero de la canciller Freeland.
A fin de mantener abierto el comercio trilateral en la región para colocar en Estados Unidos el 75% de sus exportaciones, mientras busca la diversificación, Ottawa tuvo que abrir 3.6 por ciento su mercado de lácteos a los productores estadunidenses.
Asimismo, México y Canadá aceptaron firmar el T-MEC el próximo viernes en el marco de la reunión del G20, pese a que Estados Unidos aún mantiene sus tarifas de 10 y 25% a las importaciones de aluminio y el acero.
La firma del acuerdo comercial, donde el capítulo de reglas de origen en el sector automotriz ocupó la mayor parte de las negociaciones que se extendieron por más de un año, se ve ensombrecida por el anuncio hecho la víspera de que General Motors (GM) cerrará cinco plantas en Estados Unidos y Canadá, como parte de una reestructuración enfocada en producir más vehículos eléctricos.
El primer ministro canadiense Justin Trudeau y el presidente estadunidense Donald Trump sostuvieron la víspera una conversación telefónica sobre el cierre de plantas de GM en ambos países.
Ambos líderes expresaron su desacuerdo por tal decisión y subrayaron su preocupación por los trabajadores y sus familias, que afectará también a las comunidades de Oshawa, en Canadá, así como en localidades estadunidenses de Ohio, Maryland y Michigan.
En su conversación, los mandatarios coincidieron en que el nuevo acuerdo mejorará la competitividad de Norteamérica. Trudeau aprovechó el diálogo para reiterarle a Trump que es importante para ambos países suspender las tarifas al acero y el aluminio.
Jerry Dias, líder del sindicato Unifor, uno de los más grandes de Canadá y que agrupa a trabajadores automotrices, advirtió que el cierre de la planta en Oshawa podría ser el primero de otros de la empresa en Canadá, a menos que el gobierno de Trudeau haga todo lo que esté a su alcance para impedirlo.
En su opinión, Trudeau y Trump debieran buscar una estrategia coordinada bilateral para detener el cierre de plantas de GM en ambos países.
Canadá llegará a la firma del T-MEC en Argentina, en el marco del G20, con un sabor agridulce, pues logró mantener abierta la puerta estadunidense para el 75 por ciento de sus productos, pero para ello tuvo que abrir 3.6 por ciento su mercado de lácteos a los productores estadunidenses y hasta ahora no ha logrado que Washington suspenda las tarifas al acero y al aluminio.
Se prevé que sea la principal negociadora y canciller Chrystia Freeland y no el primer ministro Justin Trudeau quien acuda a la firma del acuerdo trilateral. El propio asesor económico de Trump, Larry Kudlow, dijo que serán los representantes comerciales quienes firmarán el acuerdo en Buenos Aires.