China trató de presentar un tono optimista después de que los negociadores de Donald Trump abandonaran Pekín el viernes sin señales de haber logrado un acuerdo, y reiteró que Estados Unidos no debería hacer demandas poco razonables.
En una medida que podría cumplir con algunas de las demandas estadounidenses, el Ministerio de Comercio está analizando reducir los aranceles a algunos alimentos, productos farmacéuticos e instrumental médico, informó el periódico Economic Information Daily, citando fuentes no identificadas.
“Esperamos que en los próximos dos meses las negociaciones resulten en una eliminación de la actual propuesta de nuevos aranceles, a medida que China acelera la adopción de algunas de las medidas de apertura y reformas anunciadas”, dijo la economista jefe para China de UBS, Wang Tao, en un informe. “Como resultado, esperamos que cualquier impacto en las exportaciones o el crecimiento económico a consecuencia de mayores aranceles sea limitado”.
China tiene previsto publicar el martes las cifras de su actividad comercial en abril. Las posibles medidas comerciales de Estados Unidos podrían impactar las exportaciones chinas hacia finales de año, afirmó el lunes Jing Ulrich, vicepresidenta para Asia-Pacífico de JPMorgan Chase, en una conversación con los medios en Pekín.
Dos días de conversaciones concluyeron el viernes en Pekín con poco más que un compromiso de seguir negociando, lo que dejó la amenaza de nuevos aranceles de parte de Estados Unidos a 150,000 millones de dólares en importaciones chinas aún vigente. La lista de demandas de cada país, a la que ha tenido acceso Bloomberg News, muestra las importantes diferencias entre las dos principales economías del mundo.
Estados Unidos quiere que China reduzca su superávit comercial anual en 200,000 millones de dólares hacia finales de 2020 y que no tome medidas de represalia por los nuevos aranceles. También demanda que se frenen los subsidios y otras formas de apoyo estatal para su plan ‘Hecho en China 2025’, que busca el dominio mundial en industrias estratégicas como robótica y vehículos impulsados por nuevas fuentes de energía.
Las demandas chinas incluyen que Estados Unidos frene la investigación por la adquisición del país de tecnologías sensibles, revise la prohibición a las exportaciones de ZTE, y levante las restricciones a los envíos de circuitos integrados desde China.