Blanco argumentó que una vez que inicie el próximo receso del Congreso estadounidense, el tema electoral comenzará a ocupar gran parte de la escena con declaraciones de más de una veintena de candidatos demócratas a la Presidencia de Estados Unidos, con opiniones a favor o en contra del T-MEC.
“Esto lo haría más complicado, pero todavía se podría aprobar en el otoño”, añadió.
Por ahora, el proceso para dar luz verde al T-MEC ya cumplió con dos requisitos, un análisis de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (USITC, por su sigla en inglés) y la aprobación de la reforma laboral de México; sin embargo, aún falta que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, comience el proceso de ratificación del T-MEC en el Congreso estadounidense.
Blanco añadió que los gobiernos de los tres países pretenden también que el T-MEC entre en vigor en enero del 2020.
El T-MEC aborda las relaciones comerciales y de inversión entre Estados Unidos, Canadá y México. Los tres países han sido parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) desde que entró en vigor el 1 de enero de 1994. El nuevo acuerdo afectaría las barreras al comercio de bienes y servicios, revisaría las reglas que rigen el comercio y la inversión y modificaría el entorno regulatorio para las exportaciones e importaciones en la región.
En la ruta del proceso para darle vida al T-MEC, una delegación de Estados Unidos, incluido el representante Henry Cuellar (D-Texas) y el personal superior de la oficina de Pelosi y del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, estuvo en la Ciudad de México la última semana de abril para reunirse con legisladores mexicanos y funcionarios gubernamentales, con quienes habló sobre la reforma laboral de México y su vínculo con el sustituto del TLCAN.
“Tenemos que ver evidencia de lo que está ocurriendo, no sólo que (México) aprueben la legislación, sino que implementen la política pública (contenida en ella)”, dijo este jueves Pelosi, en un foro organizado en Washington por el medio estadounidense Politico, a la pregunta concreta sobre las posibilidades ratificación del T-MEC en Estados Unidos.
Otras consideraciones
Armando Ortega, presidente de la Cámara de Comercio de Canadá en México, destacó que el gobierno mexicano debe calibrar bien el momento en que pondrá a consideración del Senado la ratificación del T-MEC, y opinó que el gobierno canadiense no tendría dificultades para la aprobación de este acuerdo, porque en general es bien aceptado por el partido dominante.
Pero acotó que se requiere previamente la eliminación de los aranceles estadounidenses a las importaciones de acero y aluminio originarias de México y Canadá.
Una última consideración es que el T-MEC fue presentado bajo la Autoridad de Promoción Comercial (TPA), conocida como fast track (vía rápida), la cual es otorgada por el Congreso estadounidense al Ejecutivo para llevar a cabo negociaciones comerciales, y presentar los acuerdos firmados al Legislativo, para que éste los ratifique o desapruebe, sin modificar su contenido. Puede haber cartas paralelas, pero esto también se vuelve complejo porque deben ser aprobadas por los ejecutivos de los tres países.
Finalmente, Eugenio Salinas, coordinador y secretario técnico del Cuarto de Junto de la Concamin, recomendó a las empresas conocer el T-MEC y estar preparadas para aprovechar sus oportunidades y enfrentar sus retos desde el primer día en que, si así se aprueba, entre en vigor.
