López Obrador informó que en este proceso, la determinación final que adopten la Secretaría de Energía y Petróleos Mexicanos no se basará unicamente en la oferta económica de cada una de las empresas, sino que involucrarán otros factores igualmente importantes para su administración: calidad de la construcción, el compromiso de concluirla en el plazo de 3 años y garantizar que el presupuesto estimado no se dispare.
El 18 de marzo, el gobierno convocó, en proceso de invitación restringida, a los los consorcios Bechtel-Techint y Worley Parsons-Jacobs, así como a las empresas Technip y KBR, a participar en la licitación.
Cuando se asigne el proyecto, López Obrador buscaría dialogar con el o los gobiernos de los países de donde son las empresas constructoras, a fin de obtener mayores garantías de que se cumplan los presupuestos y plazos para la edificación.
A punto de abordar el vuelo para la ciudad de México, el mandatario lamentó el estado que guardan las seis refinerías que actualmente opera Petróleos Mexicanos. En Ciudad Madero “se tiró el dinero, o se lo robaron para ser más claros, y se requiere modernizarla, rehabilitarla, porque necesitamos producir gasolinas, se está comprando la gasolina en el extranjero”.
Anunció que la partida que el gobierno federal asigne a la rehabilitación de las seis refinerías que tiene actualmente Pemex,
El presidente puntualizó que se compran 600 mil barriles diarios y las refinerías están produciendo a muy poca capacidad. “En este caso (Ciudad Madero) está parada por mantenimiento y vamos a llevar a cabo un plan de rehabilitación. En esta refinería vamos a invertir 3 mil 500 millones, para que produzca 160 mil barriles diarios. Es lo que estamos pensando.
En este contexto, subrayó que el gobierno federal canalizará 25 mil millones de pesos para la rehabilitación de las 6 refinerías con que cuenta Pemex para elevar la producción de gasolina en un plazo de dos años.