La crisis mundial por la escasez de semiconductores, también conocidos como chips, para la producción de electrónicos, electrodomésticos y vehículos, a causa de la suspensión de operaciones en fábricas y puertos en Asia por la pandemia del coronavirus desde finales del 2020, aceleró la demanda de naves industriales en México, afirmó la consultora inmobiliaria Newmark.
De acuerdo con datos de la firma, en el tercer trimestre de este año Monterrey, Ciudad de México, Querétaro, Tijuana y Guadalajara reportaron en conjunto una absorción neta de 850 mil metros cuadrados (m2) de naves industriales, lo que equivale a 13 veces el tamaño del Estadio Azteca.
“Esta coyuntura ha reavivado la preocupación de algunos países europeos y americanos de (romper) la dependencia de mercados asiáticos (…) aun cuando se sabe que la instalación de una planta de producción de chips puede requerir de hasta tres años para su funcionamiento, México se constituye en un mercado atractivo para las inversiones de empresas extranjeras que deseen hacer microprocesadores”, advirtió Sergio Pérez, director ejecutivo de Servicios Corporativos Globales de Newmark.
Al respecto, Paulina Aguilar, cofounder y country director de Mundi, una fintech dedicada al factoraje, advirtió que México juega un papel importante el nearshoring, un modelo en el cual una empresa transfiere sus procesos de negocio o de tecnología a otros destinos, con el fin de reducir costos.