Aprendió el oficio hace muchos años con su abuelo, desde muy temprana edad se subía a un bloque y ayudaba sacando miel durante la castra, muchas veces recibió picaduras de abejas, pero jamás abandonó el trabajo familiar.
Pasó el tiempo, falleció el abuelo y continuó la labor junto a su padre y desde 2012 se contrató como apicultor con 345 colmenas, para este año se propone aumentar 30 más.
Unido a la extracción de miel está la producción de cera que cumplió con 423 kilogramos y 20 de propóleo.
Juan Antonio Berovides, quien es miembro de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Luis Arcos Vergnes señaló: el trabajo con la cera se humanizó, antes se fundía con leña mientras hoy se utiliza electricidad y recipientes de acero inoxidable.
Chicho como lo conocen todos en Palmira, asegura que la tradición familiar de producción de miel y cera está garantizado, hoy prepara a su único hijo varón tal y como hizo su abuelo, años atrás.
*Fuente: http://www.rcm.cu/