México se ha posicionado como primer socio comercial de Estados Unidos, superando ya a China y Canadá, ventaja que podría aumentar aún más con la puesta en marcha del T-MEC, indicaron funcionarios mexicanos y estadounidenses durante la cumbre.
El comercio bilateral podría pasar de los 620 mil millones de dólares anuales a casi un trillón de dólares en cinco años, estimó Larry Rubin, representante del Partido Republicano en México en conferencia de prensa.
Este acuerdo comercial, confió Rubin, entrará en vigor en enero de 2020, aunque todo está en manos del Congreso de Estados Unidos y del Presidente Donald Trump.
Christopher Landau, Embajador de Estados Unidos en México, refrendó que la aprobación del T-MEC es una de las prioridades para el Gobierno que él representa.
México necesita inversión extranjera y al mismo tiempo inversionistas de Estados Unidos están ávido por invertir lo que abre muchísimas oportunidades para incrementar el intercambio comercial, apuntó el Embajador.
Durante su participación en la mesa “¿Qué sigue para la relación México-Estados Unidos?”, Landau destacó que una de las consecuencias del conflicto comercial de Estados Unidos con China, es la dinamización en la importación y exportación entre Norteamérica y México.
Para Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), la aprobación del T-MEC es un hecho inequívoco, por lo que propuso comenzar a discutir nuevos temas bilaterales de cara al futuro.
De Hoyos planteó discutir la necesidad de una unidad monetaria común con Norteamérica, definir el tipo de colaboración a futuro en temas migratorios y militares, que ahora es muy “tímida”, y profundizar las relaciones fronterizas en el sur.
Jesús Seade, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, secundó las propuestas y añadió la petición de eliminar el antidumping en la región, que es el área más “hostil” en las relaciones entre las parejas comerciales del mundo.
*Fuente: https://diario.mx/economia/
