Alejandro Aznar, presidente del CME, señaló el papel fundamental que Panamá ejerce en el tránsito de buques, así como en el comercio marítimo mundial y resaltó las características que hacen de esta ampliación una infraestructura con numerosos beneficios y oportunidades de futuro.
Con esta visión del futuro, la embajadora de Panamá, Mª Mercedes de la Guardia de Corró, explicó la ralentización del comercio sufrida en este país en los últimos años, que ha contribuido al retraso de la ampliación del canal y “a la bomba mediática de los llamados ‘Papeles de Panamá’ que enturbiaron nuestra imagen y retrasaron la obra, cuando los servicios jurídicos de este tipo sólo suponen el 1% del PIB y somos el primer país en logística, por delante de Chile, en la región”.
Un ejemplo de esto es la proyección económica que supone la apertura de las nuevas esclusas, cuya inauguración se produjo el pasado 26 de junio, “nos abre al transporte de gas natural licuado, con más de ochocientos tránsitos anuales, así como para ofrecer servicios de peaje y logísticos a unos 6.000 portacontenedores”.
Entre otros proyectos, Panamá ofrecerá a los operadores logísticos más de mil hectáreas en Puerto Corozal para realizar sus actividades en régimen de alquiler, así como nuevos puertos de contenedores y cruceros, con servicios de valor, a lo que se suma la nueva terminal del aeropuerto. “Contamos ya con cuatro multinacionales navieras interesadas en esta explotación; además somos un hub de comunicaciones de fibra óptica y un espacio único para estudiar la gran biodiversidad marina de la zona”.
Inicio de una nueva era
Jorge Quijano, administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), a través de un vídeo realizado para este evento explicó las ventajas de esta impresionante obra, que ha contado con una inversión de 5.500 dólares en sus nueve años de construcción. “Desde la apertura del canal ampliado -destacó Quijano-se ha incrementado un 60% el tránsito de portacontenedores, con buques de mayor tonelaje, lo que supone menor tiempo en las rutas, la reducción de los costes de combustible y, por tanto, del impacto medioambiental”.
Estos factores, junto a la localización estratégica del canal, “contribuirá a un mayor y mejor acceso a las rutas comerciales del mundo y el inicio de una nueva era”.
El impacto de la ampliación
Como empresa responsable de su construcción, Luis del Rivero, expresidente de Grupo Sacyr, analizó el complejo proceso de licitación del canal “que aparece en WikiLeaks, ya que desde su origen, ha sido una ‘agencia federal’ de Estados Unidos, y ha ejercido una gran presión con diferentes asesores”.
Pese a ello, para Del Rivero, esta obra “representa el orgullo de un país que ha gestionado y llevado al éxito una obra impresionante y vital en su crecimiento, sin depender de nadie”, destacando el proyecto de conexión de tinas y esclusas de Sacyr “con una oferta técnica imbatible, que actualmente permite 2,7 buques más al día y ahorra un 7,7% en agua respecto a las esclusas antiguas”.
Por último, señaló como otro beneficio “la bajada de las pólizas de seguros de los buques, que no tienen que pasar por zonas conflictivas y con piratas”.
Para el catedrático de estructura económica Ramón Tamames, “ahora la presión se centra en la explotación del canal, en las oportunidades del neo-panamax, ya que se alcanzará un tráfico de 500 millones de toneladas que lo convertirán en el puerto más importante del mundo”.