Sería oportuno que los Operadores Logísticos asocien su actividad a este modelo mediante indicadores de performance, resolviendo además criterios de diagramación de operaciones, con el fin de acortar los tiempos y movimientos entre las etapas (SMED) de la Supply Chain. Por ejemplo, entre un ciclo de producción y otro, si dependiéramos de un cambio de maquinaria entre procesos deberíamos acortar el tiempo que se tarda para cambiar el set up, reduciendo al máximo este tiempo muerto de producción. También podemos citar métodos para acortar los tiempos de aprovisionamiento continuo (Modelo de Wilson o punto de reorden). Entre otras cosas, podemos realizar despachos más efectivos, técnicas de almacenaje, procesos logísticos, maximización de bodega, diseño de rutas, mejora de la participación de todos los sectores, etc.
Hay que pensar en el problema cotidiano pero también en los efectos del mismo, sin entrar en una escena de pánico. La innovación debe convertirse en hábito, aunque la implementación de acciones de mejora en toda la empresa indiscriminadamente no es para nada recomendable. Por otro lado, como parte del uso de la tecnología, en estas cuestiones se encuentran herramientas informáticas que ayudan a resolver diversas cuestiones a la hora de comenzar el proceso decisorio y orientar el camino hacia el objetivo deseado. Incluso, existen distintos tipos de software para realizar un TPM (Mantenimiento Productivo) y también para efectuar un control estadístico de procesos (CEP). No olvidemos que los clientes también son parte importante del proceso de mejora y por ello es importante tener una herramienta de gestión del tipo CRM (Customer Relationship Management) ya que las tecnologías, además de estar basadas en el “cloud computing”, son muy útiles y demandan entender, administrar y adaptar a la organización para suplir las necesidades de los clientes actuales y potenciales (en síntesis, es una herramienta estratégica para mejorar y anticipar las relaciones con los clientes); y un sistema ERP (Enterprise Resource Planning) para administrar los recursos de la empresa. La ventaja que tienen la mayoría de sistemas ERP es que son modulares y estandarizan la información entre distintas aplicaciones y procesos.
En definitiva, el proceso de mejora continua no es más que una parte importante del planeamiento estratégico de una empresa, donde aplicamos nuestros criterios, adaptando y concentrando nuestra energía para focalizar y mantener una dirección hacía el objetivo deseado. Por último, recordemos que las limitaciones marcarán el ritmo de la producción, de la entrega, de la recepción, del almacenamiento, de las compras, etc. Por eso el proceso decisorio resulta tan importante para darnos cuenta del máximo provecho que podemos sacar de una crisis, transformándola en una ventaja competitiva.