La participación de las mujeres en la economía y el comercio exterior es una tarea de primer orden para enfrentar las desigualdades en nuestra sociedad. Si bien en nuestro país, la tasa de participación laboral femenina ha aumentado de 44,3% en 2010 a 48,0% en 2017, la cifra es aún baja comparada con nuestros principales socios comerciales pertenecientes a la Ocde.
Según el estudio Doing Business 2017 del Banco Mundial, la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer aumentaría la productividad a nivel mundial en 40% per cápita, ámbito que da cuenta del verdadero impacto social que genera la participación de las mujeres en la economía, más allá de las cifras.
En Direcon hemos asumido el desafío de fomentar la incorporar a las mujeres al comercio internacional, a través de una estrategia que incluye medidas concretas en materia bilateral, con la negociación de capítulos de género y comercio con nuestros socios estratégicos o bien en los procesos de modernización de acuerdos vigentes. Ejemplo de ello, fue la inclusión de capítulos de género y comercio en los Acuerdos de Libre Comercio con Uruguay, Canadá y Argentina.
Hoy nos encontramos negociando un nuevo capítulo de género en el proceso de modernización del Acuerdo de Asociación Chile-Unión Europea, y hemos incluido este enfoque en la negociación entre la Alianza de Pacífico con los Candidatos a Estados Asociados (Canadá, Australia, Nueva Zelandia y Singapur), y en el futuro acuerdo comercial Chile-Brasil.
En el ámbito multilateral, tendremos la responsabilidad en 2019 de liderar la agenda temática del foro APEC en Chile, tarea que desde la Direcon hemos asumido con especial entusiasmo. Por esta razón, y considerando la mirada país que impulsa el gobierno del Presidente Sebastián Piñera, para un desarrollo inclusivo, integral y sustentable; incluiremos por primera vez en la historia del foro, la temática que hemos denominado “Mujeres y Crecimiento Económico”.
Hoy tenemos un doble desafío. Además de incentivar la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas, debemos avanzar en aumentar el 3% de pymes exportadoras lideradas por mujeres. Así, el comercio internacional constituye una importante herramienta de desarrollo para las pymes, ya que éstas logran diversificar sus clientes/as, obtener mejores precios en los mercados internacionales y, en muchos casos, ampliar sus períodos productivos e ingresos.
En este contexto, el trabajo realizado por ProChile a través del Programa Mujer Exporta, ha beneficiado de manera directa a 1.774 empresarias chilenas en actividades de Desarrollo de Capacidad Exportadora, además de incorporar la participación empresas lideradas por mujeres en Ferias Internacionales, a través de descuentos en las cuotas de inscripción y misiones exclusivas para empresas de mujeres.
Como institución, estamos convencidos de que la incorporación de las mujeres al comercio internacional es un tema prioritario para incrementar el crecimiento y el desarrollo en nuestra región. Si queremos hablar de un comercio inclusivo, no podemos olvidar a quienes representan a la mitad de la población mundial.