“Puede haber un shock en función de cómo continúe la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y todo lo que implica, como ocurrió el año anterior con semanas de mucha incertidumbre que generaron preocupación en la base industrial, pero al final 2017 fue un año favorable para industria y esperamos que suceda lo mismo con 2018”, asegura Carlos Mortera, director general en Latinoamérica de la Asociación para la Tecnología Manufacturera (AMT por sus siglas en inglés).
Previsiblemente, el valor de mercado de los bienes manufacturados de México cerró 2017 con 380,000 millones de dólares (mdd) que, de confimarse, implicará un crecimiento de 5% respecto del año anterior.
Al compararse este porcentaje con la expecativa de crecimiento de 2% de la economía nacional en 2017, la industria manufacturera avanzará casi tres veces más que el Producto Interno Bruto (PIB), estimó el especialisa.
La AMT, que agrupa a 650 integrantes, destaca que las industrias automotriz y de autopartes, electrónica, de electrodomésticos, de dispositivos médicos y de bienes capital han sido las más dinámicas de la manufactura mexicana.
En su conjunto, estos sectores destinaron en 2017 en el país más de 2,100 mdd a nuevos procesos de automatización y robotización, al Internet de las Cosas y a otras tecnologías de la industria 4.0 relacionadas con el análisis de datos.
Para este año, las previsiones apuntan a un monto similar.
Ver más allá de la coyuntura
Carlos Mortera, quien también es organizador de Expo Manufactura -a realizarse del 6 al 8 de febrero en Monterrey, Nuevo León- aseguró que las empresas mexicanas sí tienen interés en adoptar los nuevos recursos tecnológicos, como la interconectividad de las máquinas, pues mejorarán los procesos de productividad en las cadenas de valor.
“Imaginemos si conseguimos conectar siete equipos clave en un proceso de manufactura para que uno le retroalimente al siguiente y al anterior acerca del desempeño de la máquina, la velocidad y la calidad de las piezas. La productividad y la rentabilidad del proceso y el costo por unidad se verán impactados favorablemente”, explica Mortera en entrevista desde Monterrey.
Pero no solo las grandes empresas incorporan estas nuevas tecnologías, sino también las pequeñas y medianas que poco a poco realizan inversiones.
Carlos Mortera asegura que el sector industrial ya tiene previsto en sus expectativas de este año la volatilidad del dólar y el incremento de los costos de energía, factores que pueden influir en los planes de inversión en capital fijo.
Sin embargo, más allá del corto plazo, el especialista hizo ver que las empresas manufactureras de México tienen el reto de implementar soluciones que mejoren el costo por unidad, la productividad y la competitividad, en aras de otorgar un valor agregado a su mercancía y de esa forma ofrecerla en nuevos mercados como América Latina, Europa y Asia.
Si bien este proceso no será rápido, Mortera espera que en cinco años el grueso de la industria manufacturera de México ya capitalice las ventajas de sus inversiones en tecnología.
Este escenario implicará que se requiera personal calificado para operarla y darle mantenimiento, que a su vez traerá empleos mejor remunerados en la industria.
La Expo Manufactura abordará las tendencias de la industria 4.0 en México y el mundo, así como los desafíos del libre comercio y otros temas de interés para el sector.
