El presidente estadunidense, Donald Trump, indicó este lunes que se está “bastante cerca” de alcanzar un acuerdo sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), actualmente en renegociación con México y Canadá.
“Estamos bastante cerca en el TLCAN”, dijo Trump en un encuentro con su gabinete en la Casa Blanca.
“Tenemos la oportunidad de alcanzar un acuerdo (…) Pero si no tenemos el acuerdo adecuado, le pondremos fin”, agregó.
La pasada semana se reunieron en Washington los tres ministros encargados de renegociar el TLCAN: la ministra canadiense de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland; el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, y el representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Robert Lighthizer.
Esta cita, que no estaba prevista en la agenda, buscaba avanzar en la posibilidad de alcanzar un acuerdo preliminar que pudiese anunciarse en la Cumbre de las Américas de finales de esta semana en Perú, y a la que acudirán los principales líderes regionales.
Pese a que todas las partes reconocieron “progresos”, las posturas aún parecen distanciadas y los ministros cerraron la cumbre trilateral con el compromiso de continuar las conversaciones.
No obstante, el ministro mexicano consideró hoy que hay “una altísima probabilidad, un 80 %” de lograr un principio de acuerdo sobre el TLCAN en la primera semana de mayo, pero que ello “va a depender mucho de la flexibilidad”.
“Había una expectativa de llegar a un principio en acuerdo para la Cumbre de las Américas en Lima, pero faltaba mucho trabajo y flexibilidad de las partes”, dijo Guajardo en el programa Despierta con Loret, de Televisa.
También el propio Trump llamó la semana pasada a la cautela.
“(Mis asesores) me dijeron ‘Oh, tengamos TLCAN antes de la cumbre (de las Américas)’. Y les dije ‘No se apuren. Lo haremos con calma. No hay prisa’. O lo hacemos bien o lo finalizamos”, explicó el mandatario estadounidense el pasado jueves en una mesa redonda con pequeños empresarios en Virginia Occidental.
Trump forzó la renegociación del pacto como parte de su revisión de la agenda comercial estadunidense, a la que ha dado un brusco cambio hacia el proteccionismo y el nacionalismo económico.
En marzo, el mandatario anunció la imposición de aranceles a las importaciones de acero y aluminio, de las que eximió a México y Canadá por ser socios comerciales y mientras se renegocia el TLCAN.