Luego de la ratificación del T-MEC en el Senado mexicano, el directivo manifestó que si bien la aplicación de la nueva regla de origen tiene un tiempo escalonado, cumplirla para el caso de los insumos, partes y componentes es el reto al que debe adaptarse la industria.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el sector automotriz tiene un impacto en 157 actividades económicas de un total de 259, de ahí que la industria debe estar preparada. “Es necesario contar con la certificación de productos involucrados; tanto de calidad y de origen o procedencia, elementos que se hacen mandatorios para los fabricantes nacionales”, explicó.
Para Chaparro, el sector textil también tiene una oportunidad de penetrar aún más con sus productos, ya que, al condicionarse un mayor porcentaje de contenido regional, los artículos asiáticos que hoy se usan en la manufactura serían sustituidos por productos de la región.
Recordó que también existirá un mayor control aduanero para reducir y evitar el ingreso de mercancías con “subvaluación” o “triangulación”.
Además, se ajustará y aumentará el contenido regional, y habrá que desarrollar mejores programas.
