La falta de infraestructura para la refinación provocó que durante el año pasado, de cada 10 litros de gasolina que se consumieron en México, 6 provinieran del exterior, principalmente de las refinerías estadunidenses localizadas en Texas.
De acuerdo con informes del Banco de México y de Pemex, entre enero y noviembre del año pasado, la ahora empresa productiva del Estado reporta un déficit en la balanza petrolera, desde que se comenzó a tener registro de este indicador, en 1993, por mil 337.6 millones de dólares.
Este desequilibrio derivó de importaciones de gasolinas por 15 mil 376 millones de dólares y exportaciones de petróleo crudo por 14 mil 38.4 millones de dólares, en el periodo enero-noviembre de 2016, según el dato oficial más reciente.
En el territorio nacional se venden un promedio de 817 mil barriles diarios de gasolinas, de los cuales 485 mil son gasolinas que provienen del exterior, ante la falta de capacidad, aunado a que las seis refinerías que hay en el país trabajan a 70 por ciento de su capacidad.
Este déficit en la octava empresa extractora mundial se presenta después de que en 2013, el presidente Enrique Peña Nieto promulgara la reforma energética.
Petróleos Mexicanos es, además, la empresa más grande e importante de México y referente internacional en materia de hidrocarburos. Sus actividades involucran toda la cadena productiva, desde la exploración, producción, transformación industrial, logística y comercialización.