“Nosotros tenemos el objetivo de que se solucionen ambos temas de aranceles, tanto de EEUU como los de Canadá, antes de la firma”, prevista para el 30 de noviembre, dijo el funcionario en el marco de un seminario de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Baker, número dos del titular de Economía y jefe negociador mexicano, Ildefonso Guajardo, enfatizó: “Estamos trabajando para resolverlos”, en declaraciones hechas en el marco del seminario.
México no descarta recurrir a la OMC o responder con aranceles a las importaciones canadienses, como ya lo hizo con EEUU en junio de este año, cuando aplicó medidas compensatorias en las importaciones carne de cerdo, manzanas, quesos y vinos entre otros productos estadounidenses.
Los tres países trabajan en la revisión legal de los textos del T-MEC, acordados el 29 de septiembre pasado, pero aún no se define el lugar donde se firmaría por parte del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, los presidente Donald Trump, de EEUU, y Enrique Peña Nieto, de México, cuyo mandato termina el 1 de diciembre, para comenzar el proceso de ratificación de los congresos de los tres países, que se prolongaría hasta 2019.
La tarifas sobre las exportaciones mexicanas de acero hacia Canadá entrarían en vigor el 25 de octubre.
Autoridades comerciales canadienses y mexicanas sostuvieron reuniones la semana pasada en las que México pidió ser excluido de las medidas arancelarias impuestas por Canadá a productos de acero.
Si se resuelve la exclusión, los aranceles temporales recolectados serían regresados a la industria mexicana, antes del fin del mandato del Gobierno mexicano el 1 de diciembre próximo, adelantó Guajardo, el 17 de octubre pasado.
Canadá anunció la semana pasada aranceles a siete productos de acero, pero implementa un proceso de análisis e investigación de 200 días para decidir las tarifas y la exclusiones definitivas, en las cuales México aspira a resultar favorecido, para que los aranceles aplicados regresen a la industria metalúrgica concentrada en el norte del país.
Sin embargo, por su volumen, la prioridad mexicana siguen siendo los aranceles de 25% al acero y 10% al aluminio, impuestos por EEUU desde junio pasado, a los países de Norteamérica y la Unión Europea, que provocaron retaliaciones, que gravan las importaciones de productos estadounidenses.
El comercio acerero mexicano-estadounidense es de 3.000 millones de dólares superavitario para EEUU.
Las plantas siderúrgicas mexicanas exportan al mercado canadiense tubos para el sector energético y alambrón, valorados en 212 millones de dólares gravados por Ottawa, según cifras oficiales.
Canadá compra el 80% de las exportaciones siderúrgicas del país latinoamericano, pero solo es el destino del 3% de las exportaciones mexicanas totales, mientras que EEUU acapara más del 85% de la ventas al exterior de esos productos mexicanos.