Perder el miedo a exportar, y también el miedo a fracasar en alguno de los intentos. Es la fórmula que expertos y empresarios con experiencia internacional recomiendan a las empresas, sean del tamaño que sean, que se decidan por buscar clientes en el exterior. Aunque no tener miedo no significa no estar preparado: planificar, tener capacidad de adaptación y recursos para resistir en el medio plazo son necesarios para triunfar en el camino del comercio exterior.
Las empresas leonesas necesitan perder ese miedo, la exportación genera enormes beneficios a la provincia. Y la internacionalización no diferencia empresas grandes y pequeñas, sino productos diferenciados, de calidad y capaces de competir». Javier Vega, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de León, señaló ayer en la inauguración de la jornada de comercio exterior organizada junto a Caja Rural, el Ildefe y Diario de León que «León tiene sin duda vocación internacional, con un millar de empresas exportadores y casi 1.500 millones de facturación el año pasado».
Exportar para crecer: apoyos y experiencias fue el título del encuentro, en el que actuaron como ponentes Luis Miguel Lorenzo, responsable de Negocio Internacional de Caja Rural, y Victoria Valbuena, técnico del Centro de Atracción de Inversiones León Up.
Por la parte empresarial contaron sus experiencias en la internacionalización Alberto Fernández Sutil, director comercial de Tvitec; Francisco Carro de Lorenzo, director de Trecsa Ingeniería y Javier Bernardo, director de Garnica Plywood en Valencia de Don Juan.
Javier Vega recalcó la vocación de apoyo a la internacionalización de las empresas leonesas de la Cámara, una actividad que lleva impulsando desde hace más de 25 años. «Las exportaciones han sido sin duda uno de los pilares que nos ha ayudados a mantenernos en esta crisis económica de la que parece que estamos recuperándonos». Formar e informar son las principales actividades de la institución, que cuenta además con la red nacional cameral, con más de 35 oficinas repartidas por todo el mundo para apoyar a los empresarios. «Tenéis que usarnos más, hacemos misiones comerciales, misiones inversas, jornadas charlas, programas específicos de exportación, ayudas,…», concluyó el presidente.
Por su parte el director general de Caja Rural, Cipriano Rodríguez, señaló la vocación de la entidad de «implicarse en la sociedad leonesa, donde poco a poco vamos creciento»; y en este camino el apoyo a las empresas es una política fundamental de la caja. «Nuestra vocación es quedarnos con ellas durante mucho tiempo, acompañarlas en sus necesidades, también en el ámbito exterior. Y para ello contamos con tantas herramientas como cualquier gran entidad financiera, aunque nuestra política es estudiarlas con los empresarios desde la cercanía y el conocimiento de nuestros clientes y lo que nos demandan».
Rodríguez insistió en que León es «una provincia con gran potencial, donde esperamos seguir creciendo, y con un tejido empresarial que es necesario poner en valor».
Por lo que se refiere a los empresarios que han triunfado en los mercados exteriores, insistieron en la idea de perder el miedo a salir, y también a equivocarse. «Nadie acierta a la primera, pero hay que tener resistencia al fracaso, también financiera. Por eso me gusta la frase de ‘Confúndete mucho, rápido y barato», señaló Francisco Carro. También Javier Bernardo señaló que es importante «no tener miedo, pero saber que abrir mercados y canales es lento. No hay que temer al fracaso, pero sí invertir en un buen producto y una estrategia de mercado clara. La valentía tiene que acompañarse de la excelencia». Por su parte Alberto Fernández Sutil hizo hincapié en que «internacionalización sí o sí», sabiendo que «el pez ágil se come al lento. Es fácil si se hace con cabeza, y se utilizan los recursos de apoyo que existen».