México cuenta con “una malla de contención” si se termina el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), afirmó Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.
Esa protección consistiría en que a partir de entonces el comercio entre México, Estados Unidos y Canadá estaría regido por las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Bajo las regulaciones de esta organización, las aduanas estadounidenses tendrían que cobrar menos aranceles a las importaciones provenientes de México en comparación con las tarifas que tendrían que aplicar las aduanas mexicanas a las importaciones originarias de Estados Unidos.
“Cuando vemos la membresía que tenemos los tres países en la OMC, te da una malla de contención; o sea, una malla de seguridad de que si llegaras a no tener un acuerdo, tu comercio se rige por las reglas de la OMC”, dijo Guajardo.
Sin el TLCAN, México aplicaría un arancel promedio de 14.4% a las importaciones agrícolas estadounidenses y de 4.5% a las industriales.
En la OMC, cada nación establece topes a sus aranceles y está obligada a dar a todos la condición de NMF, expresión que parece sugerir que se trata de algún tipo de trato especial para un país determinado, pero que en realidad significa cobrar sus respectivas tarifas a la totalidad de miembros por igual.
Para el caso contrario, si no existiera el TLCAN, Estados Unidos aplicaría un arancel promedio de 5.3% a las importaciones agrícolas de México y de 3.9% a las industriales.
Por ejemplo, Estados Unidos aplica un arancel promedio de 2.5% a las importaciones de autos a los países con los que no opera tratados de libre comercio, por lo que en el caso de que el TLCAN dejara de funcionar, esa sería la tarifa a las compras de autos ensamblados en México.
“Obviamente, el objetivo es sacar adelante la negociación y esa negociación sí implica sentarnos a analizar todo el tratado en su conjunto”, dijo Guajardo.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado con terminar el TLCAN bajo el argumento de que México ha atraído inversiones que conllevan la pérdida de empleos en Estados Unidos, lo que además ha contribuido a que haya un superávit para México en la balanza comercial bilateral.
El no reconocimiento de los beneficios compartidos con el TLCAN y la visión mercantilista de Trump ha llevado a generar un debate en México sobre la conveniencia de que el país se mantenga en este acuerdo, con la posición más determinante a favor de este punto por parte del expresidente mexicano Ernesto Zedillo.
La posición de Guajardo, quien encabezará las negociaciones, es que si no hay un balance de ganar-ganar, México se saldrá del TLCAN.