México ha crecido alrededor de 2 por ciento en 2007 y 2008, caímos 6.2 por ciento en 2009, repuntamos por el efecto rebote a 5.4 por ciento en 2010, 3.9 por ciento en 2011 y 3. 8 por ciento en 2012. Estima el Organismo de Naciones Unidas que el crecimiento en 2013 será de 3.5 por ciento.
Algunos países crecieron más de 5 por ciento, como Chile, Costa Rica, Bolivia y Venezuela. Mientras Panamá, 10.5 por ciento y Perú 6.2 por ciento.
El sector externo es donde se refleja más el impacto de lo anterior y el efecto no es igual, diferenciando a los países latinoamericanos entre importadores o exportadores de petróleo. En el comercio exterior “se registró una marcada desaceleración del crecimiento del valor de las exportaciones, que pasó de 22.3 por ciento en 2011 a una estimación de 1.6 por ciento en 2012”. Hay una reducción de las exportaciones hacia los miembros de la Unión Europea y China, destacando las variaciones porcentuales de las exportaciones brasileñas y mexicanas a China, más alta la de Brasil y un incremento importante de Centroamérica y El Caribe, pero con un peso relativo reducido, por eso el promedio regional es negativo. No obstante se dio un leve incremento de las exportaciones, más por el volumen exportado, que por los precios, ya que los términos de intercambio fueron negativos, excepto para los hidrocarburos. Por otra parte, las importaciones también se redujeron, por ejemplo el promedio latinoamericano pasó de un crecimiento de importación de 22 por ciento en precio en 2011, a uno de 3.9 por ciento en 2012. En Brasil, incluso hubo una ligera reducción del volumen y México pasó de un crecimiento en precio de 16.4 por ciento a uno de 5.5 por ciento. Dada la dependencia de estas economías de bienes de mantenimiento, la disminución de lo importado se refleja en menor crecimiento económico.
Asimismo, el turismo regional creció un poco más de 5 por ciento, sólo cayó en México.
El deterioro de los términos de intercambio de las exportaciones latinoamericanas, cayó levemente, excepto para los exportadores de petróleo, aunque en el balance es reducido su incremento y muy menor respecto a 2011.
Ello implicó exportar más cantidad ante la baja de los precios, por ello se redujo el superávit comercial, lo que provocó un incremento del déficit en cuenta corriente. México ” a diferencia de los países mencionados -exportadores de minerales-, registró una reducción del déficit de su cuenta corriente como resultado de una disminución de los egresos por rentas de los factores”.
Las remesas provenientes de Estados Unidos se mantuvieron, sin embargo las provenientes de la Unión Europea, principalmente España, se redujeron en 2012. Hay una ligerísima reducción para México (cifras a septiembre de 2012), un poco más para Dominicana, Colombia y más en Ecuador.
En IED hay una reducción respecto a 2011, pero Brasil se mantiene como líder en recepción y la inversión latinoamericana en el exterior creció, al menos al primer semestre. Por otra parte, la desaceleración brasileña y la argentina, estima la CEPAL, se revertirá en 2013, al prever un crecimiento de 4 por ciento en Brasil y de 3.9 por ciento en Argentina, relevantes por su peso económico en América del Sur. Panamá crecerá 7.5 por ciento, Perú mantiene 6 por ciento, Paraguay podrá crecer 8.5 por ciento en 2013, Chile 4. 8 por ciento, Colombia mantiene su 4.5 por ciento. México, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala y Honduras, 3.5 por ciento, entre otros. En algunos países aun no se recuperan los niveles de empleo anteriores a la crisis y se ha incrementado notablemente la informalidad, por lo que es vital alcanzar mayores tasas de crecimiento económico e impulsar la inversión pública y privada, nacional y extranjera.
