Ciudad de México– La guerra comercial entre China y Estados Unidos, generada por la imposición de diversos aranceles, provocaría algunas repercusiones para México, pues se desplazaría la industria de aluminio nacional y se debilitarían las inversiones chinas en el país, consideraron expertos.
La llamada guerra comercial comenzó cuando, en marzo pasado, Donald Trump ordenó imponer aranceles por 50 mil millones de dólares en productos chinos, ante ello el gigante asiático aplicó aranceles de entre 15 y 25 por ciento a 128 mercancías importadas de Estados Unidos. De ahí siguió una serie de imposición de aranceles por ambos países a diversos artículos, entre ellos se puso un arancel de 25 por ciento a las importaciones, que hiciera EU, de acero y otro de 10 por ciento al aluminio, aplicados a nivel mundial, entre los que se incluyó China y días después a México.
La oposición de estas dos grandes economías tendría consecuencias para México, por ejemplo: en el caso del aluminio, China buscaría ampliar sus exportaciones a otros mercados, considerando al país como uno de ellos, lo que desplazarían la producción interna, refirió Fernando García, director del Instituto del Aluminio (Imedal).
“Los chinos van a buscar mercados alternativos para colocar sus productos y entonces es muy posible que empiecen a atacar con más fuerza el mercado en México y que empecemos a vernos inundados de productos chinos, que como sabemos son productos que no son de una economía de mercado y por tanto vienen con subsidios y dumping”, detalló García.
De ser el caso, pedirían a la autoridad mexicana implementar salvaguardas, que son restricciones al comercio exterior cuando se tiene una amenaza real de que las importaciones ponen en riesgo la industria nacional, como podría ser este caso, y que se imponen a países con los que no se tiene tratado comercial, comentó.
Por otra parte, al dividir el mundo en dos equipos, por la relación comercial México-EU, se podría pensar que el primero está del lado de su vecino del norte y dependencias como la Secretaría de Economía y Hacienda continuarían con la relación inercial con China, en lo que refiere, por ejemplo a inversiones del País asiático dentro de México, es decir, no las impulsarían, puntualizó Enrique Dussel, coordinador del Centro de Estudios China-México (Cechimex). Y China detendría su interés por invertir en el País al considerar a México como parte del bloque antiChina, que ya se destacó en el artículo 32 del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés), concluyó Dussel.