Tras 10 semanas de cuarentena y gracias a la reactivación de diversas ramas industriales que habían suspendido sus actividades para frenar la propagación de la Covid-19, en junio el indicador mensual de la actividad industrial que elabora el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) creció 17.9% en comparación con mayo a un nivel de 84.7 puntos.
Este conteo fue 17.5% inferior en comparación con el nivel de julio del año pasado, pero dicha caída fue menor a los retrocesos de abril (-30.1%) y mayo (29.6%), de acuerdo con las cifras actualizadas ayer 11 de agosto, por el Inegi. En comparación con el nivel que tenía en marzo, antes de la cuarentena, la actividad industrial se encuentra en un nivel 14% inferior.
En términos desagregados, el repunte industrial de junio estuvo mayormente influido por la actividad manufacturera, que creció 26.7% a tasa mensual. Le siguió la construcción (+17.5%), la minería (+1.6%) y la generación de electricidad, suministro de agua y gas por ductos (conocidas como utilities) (+0.7 por ciento).
En comparaciones anuales, las variaciones negativas de todos estos renglones se atenuaron en comparación con mayo, siendo la menor la de la minería (-5.3%), que fue seguida de las utilities (-13%), la manufactura (-18%) y la construcción (-26 por ciento).
Con cifras originales, dentro de la manufactura se observó el repunte de 17 de las 21 ramas industriales, siendo la automotriz la más dinámica por venir de niveles muy bajos, con una variación mensual de 250 por ciento.
“Ante las magnitudes inusuales de las variaciones que se presentan es importante insistir en que los resultados mensuales de junio constituyen un efecto rebote y son apenas el inicio de una recuperación prolongada”, opinó el Grupo Financiero Monex en un reporte.
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico (IDIC), afirmó que tras el confinamiento por la pandemia del Covid-19 y la decadencia de la actividad industrial por 21 meses consecutivos, resulta urgente que el gobierno implemente un programa contracíclico de coyuntura, con visión a cinco años, fundamentalmente el tiempo estimado para que México regrese a los niveles que tenía el PIB en el 2018.
Para ello se requieren de programas como los de infraestructura (carretera, energética, vivienda, marítima, telecomunicaciones, etc.) lo cuales tendrían un efecto significativo, únicamente si van acompañados de una política de elevar el contenido nacional. “Se puede considerar que la implementación de un programa de este tipo sería un paso para construir una relación de confianza para la inversión”, consideró De la Cruz.
Al realizar un análisis sobre la tendencia de la industria mexicana, el especialista económico resaltó que una política industrial integral, la cual representa el camino para aprovechar las oportunidades de producir en México los insumos intermedios que América del Norte requiere en el marco del T-MEC.
“La recuperación podría extenderse a julio, conforme se vayan reactivando más industrias, pero dependerá del control de la pandemia y el retiro de las restricciones a la actividad no esencial, en México y en el mundo. Además, también habría limitantes para la recuperación originadas por la debilidad en el consumo e inversión, así como por un vulnerable dinamismo en las exportaciones”, opinó en otro análisis el Grupo Financiero BX+.
Fuente:
Octavio Amador y Lilia González-https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Industria-inicia-rebote-pero-sera-lento-el-repunte-20200812-0023.html