Ciudad de México.- Si bien todos los reflectores se concentraron en las reglas de origen del sector automotriz, otras industrias también negociaron nuevas medidas en el acuerdo bilateral entre Estados Unidos y México y el sector químico nacional fue uno de los grandes beneficiados.
De acuerdo a la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), el nuevo acuerdo que en teoría será la base para la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), representa una gran oportunidad para su sector.
Esto debido a que el gobierno de los Estados Unidos flexibilizó las condiciones para impulsar un crecimiento de este sector a nivel regional.
Beneficios para la industria nacional
Tal como lo explicó en su momento la ANIQ, este nuevo acuerdo incluye “la adopción de un nuevo universo de reglas de origen que flexibilizan la integración regional y que al mismo tiempo les ofrecen a las empresas mexicanas nuevas opciones de cumplimiento”.
Además, con las nuevas condiciones y una mayor flexibilización regulatoria, se reduce para las empresas mexicanas el “costo administrativo en sus exportaciones a EU y Canadá”, algo que puede impulsar a la industria química nacional a una mayor producción, ventas y que tenga un impacto más profundo en la economía nacional.
Y aunque no se dieron a conocer los detalles de las nuevas reglas de origen para este sector alcanzado con el acuerdo bilateral, esos cambios se podrían asemejar a las que tiene actualmente el gobierno estadounidense en su acuerdo comercial con Corea del Sur, según el portal Inside U.S. Trade.
Esto es aún más benéfico, ya que con esta base la industria química mexicana podría en un determinado momento, ampliar su mercado hacia otras regiones del mundo ya que estará preparada para cumplir con regulaciones similares a las que implica el nuevo TLCAN.
Impacto en la economía nacional
La importancia de la industria química en la economía nacional es fundamental, ya que su principal función es “la transformación del petróleo y gas para producir productos que incluyen desde materiales de uso generalizado, hasta materiales de alto contenido tecnológico y de vanguardia para otras industrias”, explica el gobierno federal.
Además, es una parte estratégica en las denominadas cadenas de valor, ya que por sí sola demanda insumos de más de 30 ramas industriales y provee a más de 40 sectores productivos del país.
Según cifras de Expansión, en 2017 la industria química mexicana exportó más de 2 mil 360 millones de dólares y en los primeros siete meses de 2018, los envíos al exterior de ese sector acumulan más de mil 520 millones de dólares.
Actualmente, su aportación al Producto Interno Bruto (PIB) nacional ronda el 2.0 por ciento pero en un estudio elaborado por El Colegio de México (Colmex), esta industria puede tener un repunte importante derivado de la reforma energética que generará oportunidades en las áreas de la petroquímica básica.
Y finalmente, de acuerdo a la empresa alemana Lanxess, la reforma energética y ahora el acuerdo bilateral, “abriría nuevas oportunidades al sector para posicionar su participación en la economía mexicana, además de suministrar mayor volumen de materias primas que requiere el país”.