Aunque aceptan la restricción de horarios para que los camiones de carga puedan ingresar al área metropolitana de Guadalajara, industriales de Jalisco proponen la creación de corredores logísticos seguros para estacionar las unidades en tanto se les permite el ingreso a la ciudad.
“Se habla de algunos parques o algunos corredores logísticos donde se pudiera dar servicio a los camiones, que hubiera llantera, que hubiera comedores, etcétera”, señaló el coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ), Daniel Curiel Rodríguez.
La Secretaría de Movilidad (Semov) y el gobierno municipal de Tlajomulco de Zúñiga proyectan impedir el ingreso de camiones de carga de 6 a 10 de la mañana por la prolongación de la avenida López Mateos, a través de la cual circulan vehículos procedentes, entre otros destinos, del Puerto de Manzanillo, Colima.
Aunque la medida se había anunciado a partir de este mes, hasta el momento no se ha implementado y tampoco se cuenta con lugares específicos para que los camiones de carga puedan esperar sin correr el riesgo de ser asaltados.
“Sí hay un riesgo definitivamente para los transportistas, pero hoy es un acuerdo que ya se tiene”, indicó el coordinador del CCIJ.
La semana pasada, el presidente de la Cámara Regional de la Industria de la Transformación, Juan Alberto Porras, denunció un incremento de 150% en robo a transporte de carga en Jalisco, durante el 2017, en comparación con el año previo, por lo que, para los transportistas es indispensable contar con lugares seguros para estacionar las unidades durante las horas que permanecerán estacionadas por las restricciones a la circulación en la ciudad.
En noviembre del año pasado, el titular de la Semov, Servando Sepúlveda Enríquez, anunció la restricción del horario para circular por el mencionado acceso carretero y anticipó que, posteriormente, se hará lo mismo con otros accesos carreteros como el ingreso a la ciudad desde el aeropuerto y la carretera a Nogales.
Anteriormente, en septiembre del 2017, en el Congreso local se presentó una iniciativa para restringir exclusivamente a la noche la circulación del transporte de carga dentro de la ciudad, y a partir de ese momento, el sector transportista cuestionó la falta de infraestructura para estacionar los camiones y el consecuente riesgo de sufrir asaltos.