El sur de Estados Unidos no alcanzó a recuperarse de los estragos causados por Harvey en Texas y Luisiana, cuando Irma llegó desde el Caribe –donde azotó la costa de la isla holandesa de St. Martin- hasta las costas de Florida, dejando a las industrias de cruceros y transporte de carga contenerizada completamente anegadas.
Sin embargo, a diferencia del daño provocado a las refinerías de petróleo –como ocurrió con Harvey-, el causado por un huracán a una instalación portuaria es mucho más complejo de recuperar, con un impacto más significativo sobre el negocio.
Producto del cierre de puertos en el Golfo de México, los puertos de la costa atlántica de Estados Unidos vieron un repentino aumento en la demanda de atención por parte de naves que no pudieron recalar en la zona afectada, generando una disrupción en el orden de las naves, las tarifas de fletes e impuestos de importación.
Logística y puertos
Compañías logísticas, como United Cargo, han cerrado temporalmente sus instalaciones de carga y están restringiendo acceso de entrada y salida de carga a cualquier ciudad de Florida, manteniendo permanentmente informados a sus clientes. Incluso aerolíneas como American Airlines han cancelado vuelos destinados a arribar en Florida desde diferentes destinos. Por su parte, Delta Cargo reanudó sus operaciones en Houston, pero mantiene restringidas las acciones de el Caribe hasta nuevo aviso.
Por otra parte, navieras de transporte de contenedores han cerrado operaciones en puertos de las Islas Vírgenes y Puerto Rico, mientras que los puertos del sur de Florida permanecen abiertos, pero con restricciones de operación bajo “Condición Whiskey”, que consiste en operación de emergencia como abastecimiento de combustible y pertrechos. Además, hay algunas restricciones de transporte de camiones, con facilidades para asegurar que la carga llegue a destino. El estado de Carolina del Sur también está alerta ante los estragos que Irma puede causar, aunque mantendrán sus puertos abiertos.
Cruceros a la deriva
Entre los puertos de Miami y Fort Lauderdale se concentra el 35% de actividad de cruceros a nivel mundial, con presencia de importantes cadenas como Carnival Corp, Royal Caribbean Cruises y Norwegian Cruise Line. Pero no solo los cruceros deberán posponer su zarpe. Contenedores esparcidos por el puerto como bloques de juguete, producto de los fuertes vientos y embates de las olas, han obligado a los puertos a suspender sus actividades.
Es demasiado pronto para especular en cuánto tiempo los cruceros volverán a las islas del Caribe Oriental, puesto que no sólo Irma se mueve a través del Océano Atlántico. De hecho, el Huracán José se dirige hacia las islas de Leeward del Caribe.
“Tenemos equipos en terreno en cada uno de estos países, así como otros en espera para ayudar a evaluar la situación, pero nuestra prioridad es asegurarnos de que todos estén a salvo”, dijo Roger Frizzell, vicepresidente senior y director de comunicaciones de Carnival Corporation.
Cabe señalar finalmente que la autoridad portuaria US Coast Guard está monitoreando el estado de avance de la tormenta, listo para emitir alertas sobre las condiciones de operación de los puertos.