Cada seis años, el peso se enfrenta a un periodo de volatilidad frente al dólar. Entre los meses de abril y junio, periodo en el que se desarrollaron las campañas presidenciales en México, la moneda nacional nunca ha vencido al billete verde. Además, este año se sumó la incertidumbre de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en la economía del país. Ya pasadas las elecciones de ayer domingo, no se espera más volatilidad en el tipo de cambio. “El mercado ya descontó con una alta probabilidad de que el partido de izquierda sea el que resulte ganador”, dice Jaime Cortina, director general de Operaciones y Sistemas de pagos del Banco de México (Banxico). El directivo de la entidad monetaria aclara que la necesidad de “ajustes bruscos” en los mercados, ahora que se conocen los resultados de los comicios, también dependerá del mensaje del candidato ganador sobre lo que piensa hacer en materia económica. “Escuchamos lo que distintos voceros y asesores mencionaron durante toda la campaña, si ese mensaje se ratifica, puede haber algo de volatilidad, pero sería bastante moderada”, dice Cortina. Por su parte, Gabriela Siller, analista de Banco Base, dice que en los siguientes días, posterior a las elecciones, no se pueden descartar movimientos amplios en la “cotización del peso frente al dólar y un regreso a niveles cercanos a las 21 unidades, debido a las tensiones comerciales globales”. Mientras que, en un comunicado, los analistas de CIBanco refieren que el comportamiento reciente del tipo de cambio refleja la cautela con la que operaron los inversionistas, quienes muy probablemente esperarán a conocer los resultados oficiales de la votación presidencial. El dato. 4.4%será la tasa de inflación en México en 2018, según las estimaciones del FMI.
El peso, en la cuerda floja En año y medio, la moneda mexicana se hundió a niveles mínimos, golpeada en gran medida por la fortaleza del dólar. No obstante, en 2018, el comportamiento del peso es mejor que el de las divisas de otros mercados emergentes, como Argentina y Brasil, luego de que Estados Unidos (EU) disminuyera el atractivo por los activos más riesgosos en materia de endeudamiento. Jaime Cortina atribuye este fenómeno a que México pasó de tener la divisa con menor tasa a ser una de las más altas de los países emergentes, especialmente cuando se analiza con base en su calificación crediticia. “Al ser una economía tan abierta, podríamos haber resultado más afectados que otros países emergentes. Pero al final del día, lo que nos ayuda a protegernos es la postura de las políticas monetaria y fiscal”, dice el directivo de Banxico. Te recomendamos: Exige IP a candidatos atender seguridad e impulsar economía El pasado 21 de junio, el banco central elevó su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos, 7.75%, en un intento por contrarrestar los efectos del desplome del peso y mantener una tendencia a la baja en la inflación. La decisión ocurrió después de que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés) elevó su tasa de referencia y proyectó un ritmo más rápido de alzas en los próximos meses. De acuerdo con Cortina, la posición relativa de la política monetaria de EU es una de las variables que Banxico toma en cuenta a la hora de tomar decisiones en este rubro. “Hemos apretado la política monetaria de forma mucho más agresiva que la FED, por lo que también podría haber un argumento de que ya hicimos gran parte del trabajo”, dice el director general de Operaciones y Sistemas de pagos.
Sin embargo, la semana pasada, el peso mexicano perdió ante una fortaleza generalizada del dólar, y en un entorno de cautela entre inversionistas por las elecciones presidenciales en México. La moneda nacional llegó a cotizar entre los 19.85 y 20.19 pesos por dólar. “Aun con el resultado de las elecciones presidenciales, no se puede descartar que haya volatilidad cambiaria al comienzo de esta semana. Por este motivo, los participantes del mercado serán cautelosos al asumir posiciones”, menciona Siller de Banco Base. “Al ser una economía tan abierta, podríamos haber resultado más afectados que otros países emergentes.
Pero al final del día, lo que nos ayuda a protegernos es la postura de las políticas monetaria y fiscal”. Jaime cortina, director general de Operaciones y Sistemas de Pagos del Banco de México. Por otra parte, el miércoles pasado, la agencia calificadora Moody’s Investor Service mencionó que un fortalecimiento del dólar estadounidense ha elevado el riesgo crediticio de varios mercados emergentes, debido a las depreciaciones de sus monedas locales. “Los países con grandes déficits de cuenta corriente, muchos pagos de deuda externa y una importante deuda pública en moneda extranjera, están más expuestos al impacto de un dólar estadounidense más fuerte”, menciona el gerente general global de Moody’s del grupo de riesgo soberano, Alastair Wilson, en un comunicado. El informe también refiere que Brasil, China, India, México y Rusia son los países menos vulnerables, ya que dependen menos de las entradas de capital externo. Una luz en el camino El Fondo Monetario Internacional (FMI) subió su proyección de crecimiento de la economía de México 2.3%, para alcanzar una expansión de 3% en el 2019. Las cifras significaron un alza respecto a las presentadas en el reporte Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés) de octubre del año pasado. Te recomendamos: Guajardo: TLCAN no debe estar condicionado por aranceles El ajuste para este año fue de cuatro décimas de punto porcentual —de 1.9 a 2.3— y de siete décimas para 2019 —de 2.3 a 3.0—, de acuerdo con las proyecciones del organismo multilateral.
El FMI apunta que esta aceleración será consecuencia, entre otros factores, de un mejor desempeño de la economía de EU. Asimismo, proyecta que México podrá mantener una tasa cercana de 3% una vez que se implementen las Reformas Estructurales. El Fondo estima que, hasta ahora, la implementación de algunos aspectos de las Reformas en sectores como Energía, Finanzas y Telecomunicaciones, han tenido un progreso favorable. Sin embargo, considera que la prioridad la deberán tener aquellas iniciativas que permitan eliminar las limitaciones en inversión y elevar el crecimiento en el mediano plazo. En este sentido, el Fondo señala que la necesidad de avanzar y consolidar la implementación de estas Reformas cobra especial relevancia ante la incertidumbre que generaron factores políticos como los procesos electorales que vivió México. “La incertidumbre política también eleva los riesgos de la implementación de la Reforma, o la posibilidad de una reorientación de las agendas políticas en el contexto de las elecciones o sus efectos inmediatos en países como Brasil, Colombia y México”, afirma el organismo internacional en un comunicado.
El dato. 3% será la tasa de inflación en México en 2019, según las estimaciones del FMI. El FMI proyecta que la tasa de inflación en México se reducirá 4.4% este año, en contraste con 6% de 2017, y se colocará en 3% en 2019. Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) también mejoró sus pronósticos de crecimiento para la economía mexicana para este año y el 2019. Te recomendamos: Proteccionismo sigue siendo un riesgo para la economía global: FMI En su reporte semestral de previsiones económicas mundiales, los economistas de la OCDE estimaron que el Producto Interno Bruto (PIB) de México crecerá 2.5% en 2018, tres décimas más que lo anticipado por la propia OCDE en noviembre pasado. Mientras que en 2019, la economía mexicana crecerá 2.8%, cinco décimas más de lo previsto por los analistas del organismo el año anterior. En el informe, la OCDE destacó que este crecimiento se sustenta principalmente en el consumo privado y las exportaciones. Asimismo, todo indica que el desempleo se mantendrá en “niveles históricamente bajos” y que continuará la baja de la inflación, para acercarse a los niveles deseados por Banxico, señaló el organismo internacional.
Los riesgos La OCDE no se refirió en ningún momento al contexto electoral que vivió México, pero advirtió que la economía mexicana “sigue estando muy expuesta a choques externos”. De acuerdo con el organismo, las eventuales “turbulencias de los mercados financieros” derivadas de posibles cambios en la política monetaria de EU o “la demora en la ratificación de las negociaciones del TLCAN”, podrían provocar volatilidad del tipo de cambio del peso y salidas de capital extranjero del país en lo que resta del año. Ante una posible volatilidad del peso y la incertidumbre del TLCAN, se prevé que en México aumenten las inversiones extranjeras y locales, que respalden un crecimiento moderadamente más alto, de 2.3% en 2018 y 2.5% en 2019, de acuerdo con las cidras de la OCDE. Además, en los próximos meses, la incertidumbre política es moderada y el tipo de cambio oscilaría entre los 19 y los 21 pesos al cierre del año.