lunes, diciembre 23, 2024
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La gestión resiliente en la cadena de suministro

Las empresas deben preguntarse ¿cuál es su capacidad y tiempo de recuperación para que su operación logística se reestablezca ante una eventualidad?

En el desempeño de nuestra profesión frecuentemente enfrentamos situaciones como las siguientes: tras 7 horas, taxistas retiran bloqueo de la México-Toluca; habitantes de varias colonias de Reynosa, Tamaulipas, bloquean la carretera Monterrey-Reynosa, en demanda del abasto de agua; 40% de robos efectuados en carreteras, son con productos que vienen de Guanajuato en los tramos “más peligrosos” del corredor México- Puebla- Veracruz; se incendia almacén de plástico en Bellavista, se sospecha que un vidrio al exponerse al sol comenzó a prender el material plástico
La lista de estas eventualidades es innumerable y poco predecible. Para los procesos de planeación de nuestra cadena de suministro es frecuente encontrar que este tipo de eventualidades no se consideran, ni se presupuestan. Sin embargo, el impacto que ocasionan en nuestra estrategia de distribución, trastocan en forma considerable nuestras estructuras de costos y lo mas importante, afectan los niveles de servicio que nuestros clientes están esperando de un servicio con estándares de clase mundial.
En este contexto, ejemplos como los anteriormente mencionados nos invitan a reflexionar sobre el grado de resiliencia de nuestra operación logística ante situaciones no esperadas. En otras palabras, ¿cuál es la capacidad y tiempo de recuperación para que nuestra operación logística se reestablezca lo antes posible?
Empezaremos por definir que una cadena de suministro resiliente es aquella que tiene los protocolos de gestión que le permiten asumir con flexibilidad situaciones que la llevan al límite y que cuenta con la capacidad de sobreponerse a ellas en forma acelerada.
En el modelo de “logística transformacional” consideramos 4 elementos los cuales están interconectados y nos habilitan la posibilidad de diseñar cadenas de suministro resilientes.1.- Procesos e Infraestructura logística: Esto implica reestructurar nuestros procesos de gestión y adecuar los recursos físicos en función de las nuevas circunstancias siempre tomando en cuenta las necesidades de nuestros clientes.

De esta manera, las compañías que cuentan con modelos logísticos resilientes además de ser  capaces de sobreponerse a las adversidades que están enfrentado, utilizan esas situaciones para aprender del pasado y desarrollar un modelo que les permita utilizar al máximo su potencial y ponerse al frente en su industria.
2.- Conocimiento: Ser conscientes de nuestro potencial y de nuestras limitaciones provenientes de las restricciones de nuestro modelo operativo desarrolla una disciplina y nivel de autoconocimiento que facilita aprovechar cualquier información para fortalecer la capacidad de resiliencia del propio modelo operativo. 

Ya que al tener claridad del entorno y al utilizar elementos de soporte como la matriz FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) para conocer el escenario donde estamos parados, resulta más fácil el establecer metas objetivas que cuenten con la claridad de qué es lo que necesita la empresa y con qué recursos (infraestructura, sistemas y gente) se cuenta para alcanzarlas.
3.- Confían en su propia capacidad:  Al ser conscientes de su potencial, así como de sus limitaciones, las cadenas de suministro resilientes confían en lo que pueden alcanzar, sin perder de vista sus objetivos y con mucha seguridad de lo que pueden lograr. Esta confianza generalmente se apalanca en reconocer y fomentar el trabajo en equipo, desarrollar protocolos de gestión de eventualidades que identifican a quién informar y sobre todo, dónde encontrar ayuda.
4.- Enfrentar las dificultades como oportunidades: Las cadenas de suministro con alto nivel de resiliencia son capaces reaccionan con mucha proactividad ante cualquier evento adverso. Desarrollan una cultura que les obliga a entender que una crisis es siempre una una oportunidad para generar un cambio, para aprender y mejorar las condiciones de la operación previas a la crisis. Este cambio de mentalidad gerencial reconoce que los momentos de contingencia no son eternos y que el futuro depende de la forma y la velocidad en que reaccionen.

Ante una adversidad, un a cultura resiliente frecuentemente se pregunta:

  • ¿Qué puedo aprender yo de esto?
  • ¿Qué tengo que hacer para que no vuelva a pasar?
  • ¿Cómo convierto este aprendizaje en una ventaja competitiva?

Como comenté anteriormente estos cuatro elementos se encuentran interconectados y debe estar alineados con protocolos claros de gestión que eliminen sorpresas y redundancias y lo mas importante, que garanticen un contacto permanente con el cliente para evitar perder la objetividad.
Recordemos que la única forma de estar siempre al frente en nuestra industria será buscando proactivamente la validación de nuestro sistema de restricciones y su exposición al riesgo ante situaciones fuera de control, ya que esto establecerá la diferencia entre ser líder que dicta las reglas del juego y no solamente un jugador más. Son líderes quienes están preparados y tienen respuestas a preguntas que nadie más tiene.

*Fuente: http://www.logisticamx.enfasis.com/

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Cortesía de Investing.com

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