A través de los años, la industria automotriz ha sido un pilar del desarrollo económico nacional, permitiendo posicionar a México como plataforma exportadora de vehículos ligeros y referente a nivel mundial.
Como sector, hemos aprendido a transformarnos y adaptarnos tanto a las necesidades de los consumidores, como a las crisis nacionales e internacionales.
El inicio de nuestra historia se da en 1925 cuando se establece la primera armadora en nuestro país, abriendo así las puertas a diferentes empresas transnacionales que llegaron a operar a México.
Entre 1962 y 1989 la política pública sectorial mediante la emisión de cinco diferentes decretos de promoción de la industria automotriz, permitió el fortalecimiento de la industria al exigir porcentajes mínimos de fabricación en territorio, así como la paulatina apertura comercial mediante el esquema de importaciones compensadas con exportaciones.
Esta política sectorial permitió sentar las bases para la negociación y entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con América del Norte que durante 25 años permitió el desarrollo y consolidación de la industria automotriz mexicana.
Finalmente, nos encontramos ya a un año de que entró en vigor el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, el cual ha cimentado las bases de mejores regulaciones y leyes para el intercambio de automóviles con el objetivo de impulsar la inversión y producción en la región de América del Norte.
Los retos que tenemos hoy en día son distintos a los que enfrentamos hace casi 100 años, como son aquellos en materia de inseguridad pública, incertidumbre en política interna y la crisis económica derivada de la prolongada emergencia sanitaria global por SARS-CoV-2 (COVID-19), escenario que, no obstante que en materia económica la expectativa de los especialistas consultados por el Banco de México en su encuesta de julio de 2021 muestran en promedio una variación anual del PIB de 6.06% para 2021 y 2.83% para 2022, y la expectativa de inflación general es de 5.94% para 2021 y 3.70% para 2022; son datos que nos ubican aún por debajo de los registros de 2019.
Y si bien los retos son múltiples, observamos también distintos logros que por supuesto, no serían posibles sin todas las personas que colaboran con su trabajo a lo largo de la cadena productiva y comercial de nuestro sector.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la pandemia ocasionó la pérdida de 64 mil 285 empleos en la industria automotriz, recuperándose el 83% de estos al cierre de 2020; poco a poco estamos regresando a la normalidad y no solo eso, sino que también vemos la llegada de más empleos en el horizonte.
Quiero aprovechar para hacer una mención especial y extender nuestro reconocimiento a las mujeres, uno de los segmentos de la población que más afectados se han visto con la situación mundial actual, por lo que quiero reiterar nuestro compromiso como sector para seguir promoviendo una mayor participación de las mujeres en nuestra industria.
Este pilar esencial no solo es en beneficio de todas ellas y su desarrollo profesional, sino que es necesario para que trabajando de la mano podamos continuar posicionándonos como una de las industrias más competitivas, siempre procurando el crecimiento inclusivo.
A pesar del escenario poco favorable en el que nos encontramos, hemos podido avanzar en la construcción de puentes entre la industria, autoridades gubernamentales y la sociedad para salir adelante y continuar con la tarea de promover la recuperación económica y el bienestar de la población ante una coyuntura tan adversa.
Hoy celebramos a nuestro país, nuestra resiliencia ante los retos que han traído eventos como la pandemia y en especial a cada persona que aporta su conocimiento y capacidades para que sigamos creciendo juntos. ¡Viva México!
Fuente:
José Zozaya-https://www.forbes.com.mx/red-forbes-la-industria-automotriz-celebra-con-mexico/