La industria del transporte es una de las más dinámicas, por su contacto continuo y directo con la gente. Evoluciona constantemente con diferentes objetivos: aumentar confort, seguridad y capacidades tanto de carga como de distancia, así como eficientar los sistemas previamente utilizados.
Una de las tendencias que está tomando mayor auge dentro de la Industria del Transporte es la transición a la electrificación. De acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), la implementación de tecnologías e infraestructura para la electromovilidad se ha dado de manera naciente en México.
En otros países como China, Estados Unidos y los de la Comunidad Europea este modelo se encuentra en una etapa relativamente más avanzada.
De hecho, hoy en día, ya podemos ver circular el eCitaro –nuestro primer autobús totalmente eléctrico –por las calles de las ciudades más importantes de Europa.
Según el reporte Movilidad Eléctrica: Avances en América Latina y el Caribe – cuarta edición del PNUMA, si las tendencias actuales continúan, a partir de 2025 se estarán desplegando anualmente más de 5 mil autobuses eléctricos en diversas ciudades latinoamericanas.
La electromovilidad va más allá de la producción de unidades. Se requiere de todo un ecosistema que tiene que funcionar en armonía para operar eficientemente.
Afortunadamente, contamos con una vasta experiencia adquirida en ciudades de Europa, en donde se ha migrado exitosamente hacia un sistema de transporte eléctrico.
Tenemos una amplia visibilidad de los factores esenciales para la correcta operación del sistema completo, desde el diseño, hasta la infraestructura de carga y mantenimiento.
Un proyecto eléctrico funcionando de manera correcta trae beneficios tanto ambientales como de optimización de recursos.
Además, llevan al país hacia ciudades inteligentes, que, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, son aquellas que sitúan a las personas en el centro del desarrollo, incorporan tecnologías de la información y comunicación en la gestión urbana y usan estos elementos como herramientas para estimular la formación de un gobierno eficiente.
El INECC estima que los autobuses eléctricos generan un 185 por ciento más en valor agregado en comparación a los autobuses de diésel, especialmente en la fabricación de partes.
Por ello, manufacturar autobuses eléctricos representa una oportunidad de negocio para México, pues la tendencia mundial al alza de adquirir este tipo de transporte sustentable, le permitirá participar en una cadena global de valor.
Fuente:
Alexandre Nogueira-https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/colaborador-invitado/2021/10/11/la-movilidad-del-futuro-en-el-transporte-de-mexico/