En los últimos 30 años, el sector automotriz en nuestro país no había sumado 29 meses consecutivos con ventas a la baja (hasta el mes de octubre). Y la perspectiva para el 2020 no es nada alentadora. La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) estima que la comercialización el próximo año rondará 1’250,000 unidades, es decir, 50,000 menos de las que se esperan vender en 2019 (1.3 millones).
Las causas: la incertidumbre política y la situación económica interna, que han provocado el deterioro en el empleo y el ingreso, sumado al incremento del endeudamiento de los consumidores y los problemas de inseguridad pública.
En el décimo mes del año, la comercialización de automotores nuevos presentó un retroceso de 8.9%. Todos los segmentos tuvieron números negativos: subcompactos registró una caída de 14.1%, compactos cayó 5%, de lujo disminuyó 11.1%, deportivos 25%, usos múltiples 7.5% y camiones ligeros 1.7%. En el acumulado a octubre, la caída de las ventas fue de 7.7%. En dicho periodo, el segmento de subcompactos registró una caída de 5.7%, compactos 14.6%, de lujo 22.8%, deportivos 15.2%, usos múltiples 6.6%. Solo camiones ligeros presentó números positivos en el acumulado, con un crecimiento en ventas de 2.4%.
“Y la tendencia, desafortunadamente, es hacia una caída más profunda”, reconoce Guillermo Rosales, director general de la AMDA.
José Luis de la Cruz Gallegos, del IDIC, dice que en tanto no se reactive la economía y no se logre generar un mercado laboral más robusto, el comportamiento negativo en las ventas de autos nuevos en el país va a permanecer.
Lo mismo piensa Randall Miller, líder global de manufactura de Ernst & Young (EY). “Hay falta de confianza del consumidor, de las empresas, que no saben qué va a pasar con la economía del país: por eso hay resistencia a invertir, en comprar un automóvil”.
Todo esto, menciona, va a provocar que surjan nuevos modelos de negocio en el sector automotriz. “El mercado como hoy lo conocemos va a cambiar de manera radical en los próximos años. De entrada, en los próximos 12 meses vamos a ver un abanico de opciones en cuanto a productos, servicios y esquemas de adquisición”.
La tormenta perfecta
La producción y exportación de vehículos tampoco se escapa de esta crisis. La baja demanda de algunos modelos en Estados Unidos que se fabrican en México, los cambios en las líneas de producción y el debilitamiento del mercado global, como consecuencia de la guerra comercial que libra nuestro vecino del norte con China, las ha impactado negativamente.
En octubre, la producción y exportación de automotores registraron su peor resultado. La primera cayó 16.3%, sumando así seis meses consecutivos a la baja. En el acumulado a octubre, la producción registró un retroceso de 2.6%.
Cabe señalar que la última vez que la producción de automotores en nuestro país registró un retroceso fue en 2009, hace 10 años, cuando se fabricaron 1’507,527 unidades, cifra 28.3% menor a la registrada en 2008 (2’102,801), es decir: 595,274 unidades menos. La causa principal de los malos resultados en la industria automotriz en ese año fue la crisis económica en México, la más fuerte en 70 años, como consecuencia de la desaceleración económica en varios países del mundo, entre ellos Estados Unidos.
Por su parte, la exportación, que en septiembre pasado había terminado con una racha negativa de dos meses consecutivos con resultados negativos, presentó un decremento de 19.5% en el décimo mes del año. Los envíos a Estados Unidos, nuestro principal mercado de exportación, cayeron 18.6% en dicho periodo; mientras que las exportaciones a Canadá, el segundo mercado para México, retrocedieron 8.8%.
En los primeros 10 meses del año, las exportaciones de autos registraron una caída de 1.7%. Sin embargo, los envíos a EU en dicho periodo registraron un avance de 5.4%, aunque las exportaciones a Canadá, Alemania, Brasil, Colombia, Italia, Chile, China y Ecuador se desplomaron, al registrar caídas de 11.8%, 8.1%, 34.1%, 15.4%, 23.3%, 33.7%, 24.5% y 9.1%, respectivamente.
Al igual que la producción, la última ocasión que la exportación registró resultados negativos fue hace 10 años, en 2009, cuando los envíos al extranjero sumaron 1’223,333 unidades, 438,286 menos que en un año antes (1’661,619), lo que significó un retroceso de 26.3%.
Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), dice que hay signos en el mundo de una caída en la demanda y, siendo México el cuarto productor de autos con un mercado interno que también se está contrayendo, se tiene como resultado una producción y una exportación en números más bajos de los que se esperaban al inicio del año.
No obstante, Solís espera una recuperación en la última parte del año (2019).
“No esperamos terminar con números negativos en ambos indicadores (producción y exportación), sino con números modestos, pero positivos”.
Para 2020, José Luis de la Cruz Gallegos, director del IDIC, espera un principio de año difícil para las armadoras, un arranque lento para la producción y exportación, que dependen principalmente de EU, donde pareciera que el ciclo económico se ha venido frenando en la parte industrial y particularmente en la parte automotriz, lo que empieza a debilitar las exportaciones de autos de México.
“La recuperación de nuestras exportaciones dependerá de qué tan rápido se recupere el mercado interno de nuestro vecino y socio comercial. Me parece que algunos datos de la economía norteamericana no han sido tan malos, sino que han sido mejor de lo que se esperaba. En ese sentido creo que podría haber un aterrizaje suave, pero con un menor dinamismo que en años anteriores”, explica Cruz Gallegos.
En ese sentido, Randall Miller, líder global de manufactura de Ernst & Young (EY), dice que el panorama para la venta de autos nuevos en EU se ve negativo para 2020. “Se espera que disminuya la comercialización de 17 a 16.5 millones de unidades, quizá un poco menos”.
No obstante, el especialista de la industria automotriz ve un panorama positivo en 2020 para la venta de automóviles a nivel global, con alrededor de 93 millones, cifra muy similar a 2019.
Políticas públicas, la clave
Ante dicho escenario, Eduardo Solís, presidente de la AMIA y Guillermo Rosales, director general de la AMDA, solicitaron al gobierno federal generar políticas publicas para revertir el decrecimiento del mercado interno y fortalecer el sector, como: incentivos fiscales, ajustes a la normatividad aplicable a vehículos en circulación y autopartes, modernizar el parque vehicular en circulación (programa de chatarrización), mantener las medidas de control en la importación de vehículos usados, fomentar y profesionalizar las pymes para la renovación vehicular, incentivar el uso de vehículos híbridos, eléctricos y otras nuevas tecnologías (celda de hidrógeno, autónomos, entre otros), así como el fomento de la infraestructura de las mismas.
La (única) buena noticia
Pero no todo son malas noticias para la industria automotriz. En octubre pasado, el Senado de la República desechó por segunda ocasión la propuesta enviada por la Cámara de Disputados para legalizar los vehículos de contrabando. “De haberse aprobado, las ventas de autos nuevos caerían 30% y el impactó en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) sería de más de 50,000 millones de pesos. Además, provocaría una disminución de hasta 20,000 puestos de trabajo en la red de distribuidores automotrices”, subraya Guillermo Prieto Treviño, presidente de la AMDA.
*Fuente:https://www.altonivel.com.mx/
