El juguete más pedido esta Navidad, el Millennium Falcon, según Toys”R”Us, tendrá que hacer un largo recorrido desde Laponia, los head quarters de Santa Claus, hasta los millones de hogares que esperan este popular juguete de Lego.
Para poder cumplir con todos los niños del mundo, just in time, los juguetes que Santa tiene que entregar el día 24 de diciembre deben estar fabricados y listos para la venta generalmente entre julio y agosto de cada año, así Santa podrá hacer la entrega de forma escalonada y eficiente esa misma noche.
Como Santa sabe que tendrá mucho trabajo, especialmente el día lunes 21 de diciembre cuando en Estados Unidos se mueven 30 millones de paquetes, subcontrata a empresas de transporte que cuentan con tecnología de punta para llevar sus deliveries a tiempo.
Como la mayor parte de los juguetes Santa los manda a hacer a China, para que lleguen a Estados Unidos encarga a las empresas que le dan servicios poner en un contenedor los pedidos desde diferentes puertos, uno de ellos, es el Shangai (uno de los más importantes del mundo con un movimiento de 3.63M de TEUS en 2013).
Los puertos de Long Beach en California y el de Nueva York son en Estados Unidos los que reciben la mayor cantidad de productos desde el extranjero.
Si tomamos como referencia el de Long Beach, por ejemplo, el tiempo de tránsito de un cargamento oscila desde los 14 días hasta los 41 en función de si es un servicio directo o con paradas en otros puertos.
Una vez que el buque se descarga en Long Beach tiene que desaduanarse, un proceso que se puede realizar desde cinco días antes que llega el buque, si se cuentan con las herramientas online adecuadas.
Como Santa tiene varios puntos de recogida para poder gestionar la entrega, también cuenta con distintos puntos de almacenaje repartidos por todo el país.
Volviendo al Millennium Falcon de Lego, si su destino final es un niño de California o algún otro estado aledaño de la costa oeste, lo más probable es que viaje desde el puerto en camión, pero si va a otros estados del país puede llevarse por tren.
Una vez que llega a la ciudad de destino, es el momento en el que se ponen a trabajar los magic elves o duendecillos mágicos para ayudar a Santa a cargar el trineo con los regalos que gracias a sus renos dejará debajo de cada árbol esta Navidad.
Cuando termine, según datos del gobierno de Laponia, Santa Claus habrá recorrido unas 316,899,308 millas.
