El proyecto de desarrollo económico del actual gobierno de Hidalgo lleva un componente esencial en su diseño. La logística, en este sentido, será el habilitador de los planes estratégicos que se tienen en ese estado. Eso es lo que espera Omar Fayad, actual gobernador hidalguense.
Desde la semana pasada el Secretario de Desarrollo Económico (Sedeco) de la entidad, José Luis Romo, se encuentra promocionando la nueva Ley de Alianzas Productivas de Inversión para el estado de Hidalgo (Ley API), sometida a consideración del congreso local el 20 de diciembre de 2017 y en vigor desde principios de abril de este año.
Con esta ley, emanada del gobierno priista de Fayad, se deroga la Ley de Asociaciones Público Privadas del Estado de Hidalgo, en vigor desde 2011 y que fue un primer intento del estado, calificado en su momento de vanguardista, en este tipo de herramientas jurídicas que motivan la participación privada en el desarrollo económico de la entidad.
Lo cierto fue que a pesar de estar a la vanguardia, en sus más de cinco años de vigencia solamente dos proyectos de este tipo fueron estructurados y uno de ellos ha sido aprobado, según se refiere en el decreto de la Ley API. Ambos proyectos enfrentaron durante su desarrollo diversas contradicciones en la propia aplicación de la Ley.
“(…) se ha convertido (la anterior ley) en una “camisa de fuerza” que obliga a las entidades públicas a seguir protocolos legales sumamente rígidos para dar vida a los proyectos de conversión público privada”, se lee en el decreto.
La nueva Ley API pretende dejar de ser reguladora y convertirse en promotora, aseguró Romo en conferencia de prensa en la Ciudad de México.
Además de dicha ley, el funcionario destacó que durante la semana pasada se aprobó el Decreto de Alianzas Productivas de Inversión para el Valle de Plata, una zona estratégica para el gobierno local para la instalación de diversas industrias y empresas de servicios logísticos, donde atiendan al mayor polo de consumo, la Ciudad de México, y la creciente zona metropolitana de Pachuca, capital del estado.
“¿Qué es lo que planteamos? Poner las reglas del juego para poder recibir propuestas no solicitadas en donde los inversionistas pueden analizar las características que se tienen en materia de infraestructura, recursos humanos, la locación que estamos planteando en este decreto y las posibilidades de que el estado pueda participar con diferentes activos que cuenta en su acervo”, dijo Romo.
Valle de Plata se encuentra al sur del estado de Hidalgo, entre los municipios de Tizayuca y Zapotlán de Juárez. Su colectividad logística lo integra al sistema carretero del Arco Norte y con vías ferroviarias cercanas que conectan con la terminal intermodal de Hutchison Ports en Tula, así como con el puerto de Veracruz y los puertos del Pacífico, Manzanillo y Lázaro Cárdenas. También se encuentra próximo a lo que será el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
El gobierno local prevé que ahí se instalen empresas del sector energético, químico-farmacéutico y de servicios. Pero también empresas enfocadas a la movilidad sustentable (como vehículos eléctricos, bicicletas híbridas y autopartes), previniendo el futuro cambio hacia ese tipo de transportes, según Romo.
“Estamos viendo la posibilidad de desarrollar en el estado de Hidalgo una de las plataformas logísticas más importantes en este país”, dijo.
La Secretaría de Desarrollo Económico de Hidalgo estima que en 10 años la zona de Valle de Plata haya impulsado la llegada de unos 26 mil millones de dólares en inversiones y creado hasta 12 mil nuevos empleos.
ZEE, EL COMPLEMENTO
Así mismo, tal y como lo había manifestado el gobierno de Omar Fayad con anterioridad, Hidalgo también está inserto en el proceso de creación de una Zona Económica Especial (ZEE) con la que esperan aprovechar los incentivos fiscales y administrativos que ofrece esta herramienta jurídica para la instalación de más empresas.
Hidalgo es el décimo estado con mayor pobreza extrema en el país, de acuerdo con la medición de 2016 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, lo que lo hace asequible a ocupar la ley de ZEE.
“Esto nos convertirá en un centro multimodal, industrial y tecnológico para los inversionistas”, dijo Romo.