El Ayuntamiento de Valsequillo ha comenzado a hacer gestiones ante las autoridades de las islas Canarias para pedir a la UE colocar barreras técnicas a la llegada de fresas de Huelva al mercado insular. Este producto es rentable no solamente por el consumo de los isleños sino por el mercado intensivo del turismo: 16,7 millones de consumidores.
En Canarias, la fruta no tiene aranceles; pero sí su uso industrial. Es decir: las fresas en trozos para el uso de yogures, zumos o repostería sí podría tener aranceles. Si no hay impuestos, hay otra cosa en el abanico de impedimentos: restricciones fitosanitarias. Es para evitar que las fresas de Huelva compitan con el mercado local. Esto ocurre con la piña tropical.
Valsequillo es un municipio donde se concentra el 90% de la producción de fresas de Canarias. El alcalde, dirigente de un partido local, afirma que quiere frenar la competencia en precios. Para ello, empleará la misma percha jurídica creada para productores de otras frutas u hortalizas. El 90% de la fresa española se produce en Huelva.
El alcalde de Valsequillo, Francisco Atta, no ha hablado de colocar barreras fitosanitarias a la fruta de Venus. Tampoco ha citado a las fresas de Huelva. Se ha referido a las peeninsulares; pero las que hay en Cataluña tiene dificultades por el transporte marítimo. 200 familias canarias concentran el control de la producción del negocio insular de la fresa.
Los freseros de Valsequillo afirman que quieren competir en igualdad de condiciones que la producción peninsular. Sostienen que la competencia que ofrece la fresa importada no se debe a que sea de mejor calidad, sino a que es más barata, en torno a un euro por kilo en la península, frente a los más de dos euros que cuesta producir la fresa de Valsequillo.
España es líder mundial en producción por delante de China, Irlanda, Marruecos, Italia o Israel. En España, además de en Huelva, este fruto se cultiva en Sevilla y Cataluña. 7.000 hectáreas hay en España y produce unas 300.000 toneladas.