En la columna pasada comenté acerca del Nearshoring como una apuesta de la región para atraer inversión de empresas de Estados Unidos que producen desde China.
Estas empresas se están relocalizando en el hemisferio por la ruptura de las cadenas globales de valor. Esta es una gran oportunidad para Colombia y la Alianza del Pacífico la adoptó como una estrategia conjunta pese a que sus países miembros son claros competidores en esta materia.
Adicionalmente, la Alianza del Pacífico negoció con Singapur un Tratado de Libre Comercio, como un primer acuerdo con los cuatro candidatos a estados asociados, dentro de los cuales también están Nueva Zelanda, Australia y Canadá.
Sin embargo, los temas políticos internos de los países miembros de la Alianza representan su mayor amenaza. México y, más recientemente, Perú eligieron presidentes con discursos de izquierda populista, que promueven medidas proteccionistas y dejan de priorizar la integración económica como parte de su agenda de desarrollo.
Por ejemplo, la administración de Andrés Manuel López Obrador de México cerró ProMéxico hace dos años, entidad encargada de promover las exportaciones, inversión extranjera y turismo, además de ser una de las pioneras y más reconocidas en la región.
Por otra parte, el nuevo presidente de Perú, Pedro Castillo, propuso eliminar esta semana el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, lo que conllevó a un rechazo generalizado.
Colombia y Chile no son ajenas a la polarización política. Chile avanza en su nueva constitución luego de unas protestas generalizadas y Colombia afronta una de las elecciones presidenciales en que va liderando las encuestas un candidato de corte populista.
Fuente:
Jorge Guzmán-https://www.vanguardia.com/opinion/columnistas/jorge-guzman/los-retos-de-la-alianza-del-pacifico-IB4146974