El Comercio Exterior de México se enfrenta a retos monumentales, no solo por la coyuntura sanitaria, sino por la contracción de la economía global, la competitividad de muchos actores nuevos en los mercados en los que nos movemos y por su puesto, en los que deseamos expandirnos.
Los instrumentos comerciales con los que contamos, es decir, la red de Tratados Comerciales de Libre Comercio (13 con 50 países) no serán suficientes por sí solos si no se cuentan con los diagnósticos, recursos y el capital humano para ello. Se requiere pues, inteligencia comercial-económica estratégica.
Como se sabe, la información es fundamental para cualquier toma de decisiones y la de índole estratégica más aún. El Comercio Exterior no es la excepción, no solo para conocer los mercados meta o los nuevos, sino para iniciar o detener una acción de internacionalización que impactará de manera positiva o en el peor de los casos, negativa en las finanzas de una organización. Una mala decisión para una pyme o MiPyme sería catastrófica en tiempos de pandemia. Aquí la necesidad la inteligencia comercial-económica estratégica precisa, sin embargo, ésta no se encuentra a la mano.
En este sentido, se debe de reconocer la labor de la Secretaría de Economía (SE) en promover la plataforma https://www.datamexico.org que sin duda abona a esta tarea, sin embargo, es necesario un cruce de información con otras plataformas para lograr los insumos suficientes para crear un reporte de inteligencia económica-estratégica.
Después de ello viene lo más importante, es decir, establecer una estrategia de internacionalización comercial con miras a la expansión global (ejecución del plan).
Para ello se requiere no solo de recursos y apoyo técnico, sino de capital humano capaz de establecer los primeros contactos, las avanzadas y las propias misiones comerciales. En este punto, además de las áreas especializadas en la materia tanto de la Secretaría de Economía como la Cancillería, las Universidades del país que enseñan Comercio Exterior podrían contribuir de manera muy importante en lo que llamaría una cruzada de capacitación para empresas que busquen esa expansión a través de la detección de mercados externos ya sea para vender sus productos o incrementar su proveeduría.
Un buen inicio podría ser localizando los rubros (fracciones arancelarias) más dinámicas con el fin de detectar información clave para las compañías que puedan participar mediante su ventaja competitiva, absoluta o comparativa de sus productos. Esto ayudaría a cumplir un objetivo de la actual administración, es decir, la inclusión de más empresas en los negocios globales.
Al respecto, el plan que anunció el día 5 de octubre pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia mañanera con el sector empresarial del país (impulsar proyectos de infraestructura), además de reactivar el mercado interno, podría detonar una expansión de las empresas mexicanas para que participen en otros mercados más allá de las fronteras del país. En este escenario, lo inmediato y natural es que se aprovechen las ventajas de nuestro mercado más dinámico, es decir, el T-MEC. En todo esto, el Big Data será fundamental.
Fuente:
Forbes-https://www.forbes.com.mx/red-forbes-comercio-exterior-y-big-data/