Las empresas mexicanas que tienen subsidiarias en Estados Unidos tendrían una gran afectación por la nueva reforma fiscal implementada en Estados Unidos, estimó KPMG.
Destacó que el principal ejemplo de esto es la industria maquiladora, en donde se tienen activos fijos y materia prima propiedad de extranjeros y aunque estos productos se manufacturan en México, la maquiladora factura estos servicios a Estados Unidos.
“¿Qué sucedía hasta diciembre del año pasado? La producción que se hacía en México y se facturaba en el vecino del norte, en México se pagaba el impuesto al 30 por ciento y en Estados Unidos se deducía el 35 por ciento. A partir del primero de enero de este año, el servicio que se hace en México va a pagar el impuesto al 30 por ciento, pero en EU se va a deducir al 21 por ciento”, detalló Manuel Rico, socio de impuestos internacionales de KPMG México.
De acuerdo con el especialista, en esta situación sí hay una afectación, no tanto para la empresa nacional, sino para el extranjero que usa sus servicios, lo que podría generar cambios en la estructura que está operando esta industria como, por ejemplo, márgenes de utilidad en descenso.
Otros de los rubros que resultarían golpeados por efectos como éste serían los prestadores de servicios de asistencia técnica y de telemarketing, los cuales, de acuerdo al especialista, deberían facturarse a costo, sin ningún margen de utilidad para no verse afectados en Estados Unidos.
“Evidentemente si no se tiene utilidad en México, él está perdiendo recaudación, esa sería la afectación”, añadió.