“Se trata de un movimiento irreversible puesto que es una parte más de la mundialización en sí”, añade Vallat. Miles de datos y de cifras lo demuestran; por ejemplo, el hecho de que el 90% del comercio internacional se realice ya por vía marítima o que 55.000 buques de un tamaño cada vez mayor surquen los océanos o que un millón de cables submarinos transporten casi la totalidad de las comunicaciones.
Y en los próximos años, lo que denominamos las nuevas industrias del mar, entre las que se encuentran las energías marinas, las riquezas minerales de los grandes fondos, los vio-recursos, etc., generarán 500.000 millones de euros de facturación.
Francis Vallat añade que “dicho de otra manera, el sector marítimo es de ahora en adelante la mayor palanca de crecimiento de la que disponemos”. Su principal reto será llevar a cabo este crecimiento respetando de forma absoluta los imperativos del desarrollo sostenible.
Aunque los sectores marítimos y fluviales den muestras de un dinamismo envidiable a pesar de la coyuntura internacional, Euromaritime se ha fijado unos objetivos razonables: un incremento en torno al 10% del número de expositores (unos 350 frente a los 300 de 2015) y 6.000 visitantes, lo que supone un millar más que en la edición anterior.
La feria también ha llevado a adaptado sus conferencias y dedicarán cada día a una temática o un sector concreto. “Actualmente nos estamos concentrando en algunos países vecinos como Alemania y España. No podemos dar cifras exactas en estos momentos, pero a partir de mediados de noviembre sabremos si nuestros esfuerzos han cosechado el éxito esperado”.
Además, la European Energies Renewables Federation (EREF) interviene en calidad de socio de Euromaritime y Eurowaterways. “Por ejemplo, organizamos con ellos una jornada de conferencias dedicadas en exclusiva a la energía hidráulica que se celebrará en el espacio de conferencias el día 1 de febrero de 2017”, señala Vallat.