BEIJING, 15 mar (Xinhua) — Las recién concluidas sesiones anuales de los máximos órganos legislativo y consultivo de China han aportado ideas y vías para continuar con el proceso de apertura del país asiático y brindar nuevas oportunidades al desarrollo de países de todo el mundo, entre ellos los latinoamericanos, opinaron expertos consultados por Xinhua.
La aprobación el día 15 de la nueva ley de inversiones extranjeras, que protegerá mejor a los inversionistas foráneos, fue uno de los símbolos de esa apuesta por seguir con el proceso de reforma y apertura iniciado hace ya cuatro décadas.
NUEVA LEY ESPOLEARÁ CONFIANZA
La nueva legislación, aprobada en la reunión de cierre de la Asamblea Popular Nacional (APN, Legislativo), pretende mejorar la transparencia de las políticas sobre inversión extranjera y garantizar que las empresas compitan en condiciones de igualdad con las nacionales.
“La ley será un impulsor importante de crecimiento, y un gran incentivo para que los capitales externos realicen importantes contribuciones financieras en China, un país mundialmente reconocido por su gran potencial de desarrollo”, comentó Ronnie Lins, presidente del Centro China-Brasil de Investigación y Negocios.
A su juicio, el 2019 será sin duda “turbulento” para la coyuntura económica y política mundial y es muy oportuna la promulgación de la nueva ley “con el objetivo de atraer y facilitar las inversiones extranjeras en China”.
“Todos los inversionistas desean transparencia de las normas institucionales, reglas tributarias, seguridad jurídica y la disponibilidad de un ambiente que preserve sus derechos en relación con su propiedad intelectual. La ley de inversiones extranjeras creada ahora en China responde tales necesidades”, sentenció.
La nueva legislación recorta la lista de sectores cerrados a la inversión extranjera, permite que empresas totalmente financiadas por extranjeros operen en más sectores y refuerza la protección de los derechos de propiedad intelectual de los inversores extranjeros, además de prohibir las transferencias de tecnología obligatorias.
“Lejos de ampararse en una postura proteccionista, China ha decidido abrirse aún más”, remarcó Patricio Giusto, director del Observatorio Sino-Argentino y profesor de la Universidad Católica Argentina (UCA) .
Ante las adversidades de la coyuntura financiera internacional, dijo, “China está respondiendo a ese desafío con más reforma y apertura, la exitosa fórmula que le ha permitido convertirse en un modelo para otras naciones”.
El año pasado, además, China esquivó la tendencia mundial de la caída de la IED al atraer alrededor de 135.000 millones de dólares, un 3 por ciento más que en el año anterior.
MAYOR APERTURA CHINA, OPORTUNIDAD PARA AMÉRICA LATINA
La continuidad del proceso de reforma y apertura de China, constatada a lo largo de las dos sesiones de este año, es una oportunidad para los países latinoamericanos, de acuerdo con los analistas.
“América Latina está llamada a ocupar un lugar cada vez más preponderante para China, debido a su gran complementariedad con las economías latinoamericanas”, apuntó Giusto.
A la par que “el comercio, las inversiones y las finanzas se han expandido a niveles inéditos en los últimos años”, precisó, “las relaciones diplomáticas de China con América Latina se han solidificado”.
A nivel comercial, el volumen del intercambio bilateral entre China y América Latina alcanzó un récord de 307.400 millones de dólares en 2018, con un aumento del 18,9 por ciento respecto al año anterior, según datos oficiales chinos.
Para Giusto, “el mayor desafío sigue estando de parte de los países latinoamericanos, sobre cómo aprovechar mejor el gran potencial que ofrece la cooperación con China”.
Gaio Doria, especialista brasileño en socialismo con características chinas, indicó en este sentido que la asociación entre China y América Latina ha sido uno de los factores cruciales en el crecimiento de varios países de la región.
“El contacto entre la región y el país asiático en las últimas décadas ha sido uno de los factores principales del crecimiento económico de diversos países de la región”, afirmó.
En cuanto a la cooperación industrial, “uno de los pilares de la estrategia económica de China hacia el exterior”, según Giusto, es otro factor fundamental para los países latinoamericanos.
China también busca promover “la cooperación industrial para potenciar la capacidad productiva de los países de la región”, indicó.
Con este propósito, continuó, en 2015 se creó el fondo de cooperación en capacidad productiva entre China y América Latina y el Caribe, con un capital inicial de 10.000 millones de dólares.
“Esto ha redundado en grandes beneficios para las cadenas de valor regionales, sobre todo en el rubro de alimentos,” indicó.
APUESTA POR EL MULTILATERALISMO Y LA COOPERACIÓN
La defensa que ha hecho China del multilateralismo y de una cooperación internacional basada en el mutuo beneficio, reiterada durante las dos sesiones, fue también subrayada por los expertos.
“China también ha reiterado su firme apuesta al multilateralismo y al comercio basado en reglas internacionales, como ejes centrales para fortalecer la gobernanza global”, dijo Giusto.
En su opinión, “lejos de ser una potencia revisionista, como se ha pregonado desde Occidente, China quiere fortalecer y ampliar el orden global vigente”.
Los expertos se refirieron, como modelo de cooperación china, a la iniciativa de la Franja y la Ruta, que, según explicaron, se ha alineado con muchas estrategias de desarrollo nacional y regional, dando lugar a cada vez más proyectos de colaboración que incluyen ferrocarriles, carreteras o puertos.
Durante la celebración de las dos sesiones, el canciller chino, Wang Yi, recalcó que la iniciativa, a la que se han sumado por el momento 123 países y 29 organizaciones internacionales, “no es una herramienta geopolítica, sino una gran oportunidad para el desarrollo común”.
Para el analista internacional ecuatoriano Santiago Orbe, el proyecto “propicia el sueño permanente de China de un escenario de comercio, de respeto, de armonía y de paz; de construir una mancomunidad efectiva, cierta, llevada bajo la lógica de una acción comercial”.
“El ejemplo chino ayudaría a configurar un escenario de respeto, donde fluyen las fuerzas alrededor de un bienestar común”, razonó Orbe.
Además, el hecho de que el país asiático está cambiando su economía hacia un modelo de crecimiento más sostenible que se fortalece con el consumo, los servicios y la innovación genera también nuevas opciones para otros países.
Por ejemplo, “para los países que puedan ofrecer productos de calidad”, opinó el profesor-investigador Ignacio Marínez Cortés, del Centro de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“China siempre trabajará para contribuir al desarrollo global”, apostilló.