En términos generales, el canciller mexicano informó que más de 90% del tratado no está sujeto a revisión, por lo que ciertos cambios que se incorporen al mismo se harán a través de adendas.
Ebrard especificó que sólo quedan dos “líneas rojas” en la negociación: el uso generalizado de inspectores laborales de un país en plantas de otro país y una cláusula automotriz que endurece las reglas de origen para productos de acero y aluminio.
De hecho, en este último punto, México hizo una concesión: acepta que el planchón sea 70% de acero de la región, para que se utilice en la producción de autos y camiones nuevos que se exporten con arancel cero entre los países de América del Norte, siempre y cuando este requisito comience después del quinto año de la entrada en vigor del T-MEC.
“No aceptaremos, de ninguna manera, que esa obligación entre en vigor en el momento en que el tratado sea ratificado, sino que tendrá que ser con un plazo de más de cinco años”, replicó Ebrard.
Respecto a una cláusula idéntica con relación al aluminio, México rechazó ese requisito, por carecer de producción de este metal.
“En aluminio no vamos a aceptar ningún plazo, porque México no tiene el recurso primordial del aluminio, que es la bauxita. Entonces nos pondría en una desventaja muy grande”, agregó.
Asimismo, informó que también se aceptaron todas las peticiones en materia ambiental de Estados Unidos, argumentando que México tiene objetivos incluso más ambiciosos en la materia, incluyendo el cumplimiento de compromisos internacionales en materia de cambio climático, a los cuales no está sujeto Estados Unidos.
Sostuvo que México no aceptará inspecciones laborales de funcionarios estadounidenses. “No es aceptable, ni se va a aceptar”, enfatizó.
Por el contrario, dijo que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador “ve con buenos ojos” los paneles de solución de controversias para resolver incumplimientos de las normas del T-MEC, no sólo en el campo laboral sino en cualquier asunto relacionado con el tratado.
Sobre la protección de datos de las patentes de medicamentos biomédicos, México ha planteado varias alternativas. “Veremos cuál se adopta para que sea más ágil y los tiempos de protección no sean tan extendidos”, comentó.
En una conferencia de prensa, luego de reunirse con miembros de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, Ebrard comentó que estos posicionamientos se enviarían inmediatamente a la Representación Comercial de la Casa Blanda (USTR, por su sigla en inglés).
Las posiciones negociadoras fueron fijadas de común acuerdo entre las distintas fuerzas políticas del Senado y el gobierno federal. México se mantendrá a la espera de la respuesta que dé la USTR.
“Lo que vamos a tener es una adenda y es con estas líneas rojas ¿qué seguirá como proceso de negociación? Bueno vamos a ver la reacción de la contraparte y cuando la tengamos se los informamos igualmente con la misma precisión que lo estamos haciendo en este momento”, manifestó.
Desde junio, los demócratas de la Cámara han trabajado con la USTR para abordar preocupaciones clave en cuatro áreas: asegurar el cumplimiento (enforcement, en inglés) de la legislación laboral; fortalecer las reglas de protección al medio ambiente; fortalecer los derechos de los trabajadores; disminuir el periodo de exclusividad para datos de patentes de medicinas biológicas, y las reglas de origen.
“No hemos admitido ningún otro tema que se discuta porque como ya lo dije, 90% del tratado, quizá más, no está sujeto a discusión la revisión”, indicó Ebrard.
Por su parte, el senador Ricardo Monreal expuso que en los próximos días o semanas se recibirán los documentos de la adenda para el T-MEC.
En el mensaje estuvieron la presidenta de la Mesa Directiva, Mónica Fernández; Héctor Vasconcelos, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores; Gina Andrea Cruz Blackledge, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte, así como Graciela Márquez, secretaria de Economía, y Jesús Seade, jefe del equipo negociador mexicano.
Tiempos legislativos restantes para el T-MEC
- El 19 de abril, la Comisión Internacional de Comercio presentó un análisis sobre los impactos del T-MEC.
- El presidente Donald Trump puede a partir de entonces presentar el T-MEC a consideración del Congreso.
- Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, debe dar el aval para iniciar el proceso legislativo.
- El Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes tiene 45 días para presentar la iniciativa.
- 15 días después esa cámara debe hacer la votación.
- Posteriormente, el Comité de Finanzas del Senado debe presentar la iniciativa en 15 días.
- Los senadores deben realizar la votación pasados otros 15 días.
*Fuente: https://idconline.mx/