México exportó tomates por 1,686 millones de dólares a Estados Unidos de enero a octubre del 2018, un alza interanual de 16.3%, mientras transcurren las negociaciones para determinar si ambos países vuelven a pactar un precio de referencia para los próximos cinco años.
A nivel global, México se ubicó como el mayor exportador de esta hortaliza en términos de volumen durante el 2017, con envíos externos por 1 millón 743,000 toneladas. Todos los tomates que exporta México se dirigen al mercado estadounidense, en tanto que del total de importaciones de Estados Unidos de este producto, 84.9% es de origen mexicano, lo que evidencia la alta dependencia mutua.
El nuevo precio de referencia, a través de lo que se conoce como acuerdo de suspensión, es una de las principales negociaciones que lleva a cabo el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en las relaciones de México con Estados Unidos.
En todo el 2017, las exportaciones mexicanas de tomates al mercado estadounidense sumaron 1,842 millones de dólares.
El pacto de suspensión se remonta a 1996, cuando el Departamento de Comercio, bajo la presión de los cultivadores de tomate de Florida, presentó una petición antidumping contra los cultivadores mexicanos de tomate y comenzó una investigación sobre si estaban vendiendo tomates mexicanos en el mercado estadounidense a precios por debajo del mercado.
Ya el Tratado de Libre Comercio de América del Norte había eliminado los aranceles estadounidenses sobre los tomates mexicanos, lo que provocó una mayor entrada de tomates frescos de México.
Los cultivadores de tomate de Florida se quejaron de que los cultivadores mexicanos vendían tomates a precios inferiores a los del mercado. Después de la presentación de la petición en 1996, el Departamento de Comercio y los productores y exportadores mexicanos de tomates llegaron a un convenio, en virtud del cual los cultivadores mexicanos acordaron revisar sus precios estableciendo un precio de referencia mínimo para eliminar los efectos perjudiciales de las exportaciones de tomate fresco a Estados Unidos.
El acuerdo de suspensión se mantuvo vigente durante años y se renovó en el 2002 y el 2008. El correspondiente al 2013 abarca todos los tomates frescos y refrigerados, excluyendo aquellos destinados para su uso en el procesamiento.