De acuerdo con el IMD, la economía mexicana frenó su caída y del sitio 51 subió al 50 de una lista de 63 países; sin embargo, quedó lejos del lugar 39 de 2015, de los mejores que registró.
Con el resultado, México es la segunda economía latinoamericana con mayor competitividad, aunque la supera Chile, en el sitio 42 —tras una caída de siete lugares—, pero por encima de Perú, que quedó en el sitio 55, seguido de Brasil, en el 59; Argentina, 61, y Venezuela, 63.
Los primeros sitios son Singapur, Hong Kong, Estados Unidos, Suiza y Emiratos Árabes Unidos.
Sobre las afectaciones que hay en México y América Latina por el populismo y el cambio de gobierno, el IMD informó que el impacto se observa en el indicador que mide los riesgos de inestabilidad política.
En ese rubro México cayó cinco lugares; Argentina, 26, y Brasil, el único que mejoró, subió cinco peldaños.
La conclusión general “es que, en el actual sistema internacional caracterizado por incertidumbre política y económica, los mercados con alta competitividad, por ejemplo, Irlanda y Holanda, exhiben instituciones fuertes y alta apertura social; al contrario, las naciones con bajos puntajes en factores institucionales y sociales, por ejemplo, Argentina y Brasil tienen bajo nivel de competitividad”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el economista senior del Centro de Competitividad del International Institute of Management Development (IMD), José Caballero, explicó que esos datos aún no reflejan las nuevas políticas públicas en México.
Explicó que “en América Latina los efectos de esta incertidumbre se han sentido en el desempeño económico, particularmente en comercio e inversión internacionales”.
En el caso de México, dijo que los principales problemas que se observaron en el estudio 2019 fueron:
“Disminución en la percepción o confianza empresarial en la legislación efectiva de los negocios. En este subfactor bajó seis lugares, al puesto 57; en los incentivos a la inversión se disminuyó del 39 al 51; en accesibilidad a los contratos del sector público perdió ocho, al 55”.
Nuevo gobierno. El especialista del IMD dijo que “debido a que la nueva administración (mexicana) llegó en diciembre de 2018, los datos aún no capturan su impacto” y se espera un “retraso mínimo de un año”.
Sin embargo, “en términos de nuestra encuesta de ejecutivos, la que conducimos entre febrero y abril de este año, en ciertos aspectos muestra una caída en las percepciones de confianza de los ejecutivos en el nuevo gobierno, aunque en otros aspectos se mantiene estable o positiva”.
