El funcionario precisó que de encontrarse anomalías dicha empresa podría hacerse acreedora a sanciones por incumplir las normas mexicanas en la materia.
Pacchiano Alamán ofreció que “en los próximos días o al inicio de la semana entrante” se tendrán los resultados de la investigación iniciada por el gobierno mexicano. Añadió: “Estamos apurándonos y esperamos que en los próximos días, si no en esta semana, al inicio de la siguiente, pero si, estamos apurándonos”.
Ayer se dio a conocer que Volkswagen falsificó pruebas de emisiones contaminantes en más de 500 mil automóviles diesel vendidos en Estados Unidos.
El funcionario comentó que de acuerdo a los informes que se han difundido, 11 motores tendrían esa modificación.
México vive con preocupación el escándalo de los motores trucados de Volkswagen y asume que impactará en su planta de Puebla, con cerca de 50 años de historia y exportadora de miles de carros a Estados Unidos.
En esa planta de Volkswagen en Puebla, uno de los mayores complejos automotrices de Norteamérica, se fabrican tres de los cinco modelos de carros que la empresa admitió que llevan un mecanismo para hacer trampa en los controles de emisiones contaminantes: los Jetta, Golf y Beetle en su versión diésel.
“Evidentemente una situación como esta va a impactar en el corto plazo las ventas, la capacidad de exportación y por consiguiente la producción que se tenga en la fábrica de Puebla”, dijo el martes el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, que espera poder reunirse próximamente con directivos de la firma.
En 2014 la planta de Puebla fabricó 475 mil vehículos, más del 80% de los cuales fueron exportados especialmente a Estados Unidos.
En esa fábrica trabajan unos 11 mil trabajadores y indirectamente emplea a alrededor de 35 mil trabajadores en el sector de las autopartes.
“Hemos estado pendientes de esta información, pero no nos hemos entrevistado con la empresa”, dijo el vocero del sindicato de trabajadores de Volkswagen en Puebla, Federico Ruiz Garita.
Ruiz Garita dijo que los trabajadores no han podido dialogar con la firma porque están de vacaciones por el mantenimiento de las instalaciones e hizo votos para que no haya despidos ya que la plantilla está “ajustada para cerrar el año con la producción que se planeó”.
Tratando de calmar los ánimos, el gobernador Moreno Valle ha señalado que el proyecto de Volkswagen es a largo plazo y “las circunstancias lamentables coyunturales que se han presentado, si bien van a generar un impacto inmediato se podrán corregir en mediano plazo y la empresa seguirá creciendo”.
Volkswagen comenzó a producir automóviles en México en 1967 y en mayo anunció una inversión de mil millones de dólares para aumentar la capacidad de producción en Puebla, que debería empezar a funcionar a finales de 2016.
La firma alemana también tiene desde 2013 una fábrica en Silao, Guanajuato (centro), donde principalmente fabrica motores.
Aprovechando su vecindad con Estados Unidos, México logró superar el año pasado a Brasil como líder de los países productores de autos en América Latina y ocupó el séptimo lugar a nivel mundial, aspirando a entrar entre los cinco primeros hacia 2020.