México, 30 May. (PL) – Las exportaciones agropecuarias y pesqueras mexicanas superaron los mil 182 millones de dólares al cierre de abril, lo que representa un incremento de 39,3 por ciento, precisa el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El informe indica que esta tasa de crecimiento es la mayor alcanzada en lo que va de 2011, pues superó significativamente la registrada en enero (32,7 por ciento), en tanto los aumentos más significativos en las ventas hacia el exterior se reportan en productos como jitomate, aguacate, café y frijol.
Además, se presentaron crecimientos anuales en exportaciones de alimentos, bebidas y tabaco en el orden de 36,9 por ciento; por ello la dependencia pronostica una tendencia positiva en los niveles de exportaciones previstos para este año.
En contraposición a dichos augurios, Olegario Carrillo Meza, Presidente de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (Unorca) alertó sobre el nivel de importaciones que en los últimos años registra el país.
De acuerdo con cifras de la Auditoria Superior de la Federación, México recibe del exterior el 42 por ciento de los alimentos que consume la población, lo cual en términos de número representa 25 mil millones de dólares, cifra 10 veces superior a lo importado en 1982 y el doble de 2006, acotó Carrillo.
El también coordinador ejecutivo nacional de la Unorca, dijo que esta situación podría poner al país en una “alarmante dependencia alimentaria”, sobre todo cuando en el plano internacional se reducen las reservas de granos, lo que provoca un incremento de precios entre un 30 y 54 por ciento.
Al referirse a la reforma que recientemente incorporó en la Constitución del país el derecho a la alimentación para todas las personas, el dirigente expresó que constituye un logro incuestionable de la lucha y la persistencia, en estos tres lustros, de las organizaciones campesinas y urbanas.
“Esta reforma representa un paso importante para garantizar la seguridad agroalimentaria y nutricional del país con base en la soberanía alimentaria y la revaloración de las agriculturas campesinas e indígenas”, consideró Carrillo.
