El 24 de octubre de 2008 México solicitó la celebración de consultas con los Estados Unidos respecto a medidas como cumplir con su Ley de Información al Consumidor sobre Protección de Delfines, acatar las normas sobre etiquetado “dolphin safe” y la misma etiqueta en Océano Pacífico Tropical Oriental.
De acuerdo a la Organización Mundial del Comercio (OMC), México alegaba que las medidas en litigio exigían el cumplimiento de “dolphin safe” en los productos de atún, condicionando el acceso únicamente a productos con dicha etiqueta, junto con pruebas documentales y el método de pesca del atún, los cuales, argumentó México, eran contrarias al acuerdo de Obstáculos Técnicos al Comercio.
El Órgano de Apelación concluyó que los Estados Unidos no han puesto su régimen de etiquetado “dolphin safe” para los productos de atún, en conformidad con las recomendaciones y resoluciones del Órgano de Solución de Diferencias (OSD) del OMC, por lo que el Órgano de Apelación de dicho organismo recomendó al OSD, calificar dicha medida como incompatible con el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC)y con el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994 (GATT).
La decisión se da en un momento importante para México, cuando según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), el país, tan sólo en el primer semestre de 2015 ha tenido tres meses de alta producción superior a las trece mil 372 toneladas, que fueron las registradas en junio, siendo marzo y mayo los otros dos meses de alta producción con 24 mil 822 y 22 mil 176 toneladas, respectivamente.
Actualmente se tiene un estimado de producción de atún enlatado de mil 800 millones de latas por año, de acuerdo al Atlas Agroalimentario 2015 publicado por el SIAP.
Cifras trascendidas por el diario Reforma y consultadas al Servicio de Información, apuntan a un incremento de 132% de conservas de atún de enero a octubre de 2015, de los cuales, Estados Unidos ha participado en dos millones 640 mil dólares en las ventas logradas por México, que participa, de acuerdo a datos de 2014, con una producción de 2.4% del total mundial.