La importación de gasolinas para vehículos, que totalizó tres mil 899 millones de dólares, representó el 81% de este desbalance petrolero durante enero-marzo, pues el país no registra exportación de este producto final.
Alejandro Limón, investigador en Energía y Finanzas Públicas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, explicó a Excélsior que no ve probable que en el corto plazo el país pueda revertir su déficit petrolero, debido al declive en la producción y la creciente demanda interna que no se alcanza a satisfacer con lo que se produce internamente.
¿DEJAR DE IMPORTAR?
Acerca de la idea en el interior del gobierno en el sentido de que el país puede dejar de importar gasolinas en el mediano plazo, Limón expresó que eso será rentable únicamente bajo el supuesto de que el Sistema Nacional de Refinación opere al 100 por ciento.
“Si queremos dejar de importar gasolinas, tendríamos que renunciar a toda la exportación, pero para que sea rentable, el sistema de refinación debe operar al máximo de su capacidad y no al 30% de hoy. También es necesario que las refinerías sean flexibles en procesar crudo dulce y pesado, porque si no, habrá subutilización”.
Añadió que “otro supuesto para que sea rentable es que se eliminen los paros no programados en las refinerías, que son los que explican el 70% de la parálisis en la refinación hoy. Esto significa que las plantas tendrían que contar con todos los insumos para poder operar adecuadamente, como el hidrógeno, cuya escasez ha afectado la operación de las refinerías”.
Alejandro Limón dijo que entre más alto sea el precio internacional del petróleo y haya una mayor demanda global por crudo pesado, el costo de oportunidad de no exportar crudo será mayor.