Algunas de las contramedidas de China entrarán en vigencia a partir del 1 de septiembre, mientras que el resto entrará en vigor a partir del 15 de diciembre, según el anuncio del Ministerio de Comercio.
Entre los fabricantes de automóviles, Ford Motor Co., Tesla Inc., Daimler y BMW Group son los más vulnerables a los gravámenes adicionales. Ford exporta los crossovers Lincoln MKC y Ford Explorer a China, entre otros vehículos. Jeep y Lexus también envían vehículos al mercado chino desde plantas estadounidenses.
Ford Motor Co., por ejemplo, exporta a China vehículos Lincoln de una planta en Louisville, Kentucky. Pero el aumento de los aranceles de 25 por ciento en China el año pasado, elevó el impuesto total a 40 por ciento en los autos estadounidenses, encareciendo los precios de los modelos importados en China.
Esto, sumado a una demanda interna más débil, ocasionó que las ventas de automóviles Ford en China cayeran 36.9 por ciento en 2018, en comparación con 2017, según datos de la compañía. En el primer trimestre de este año, las ventas de Ford en China cayeron 35.8 por ciento.
En contraste, los envíos desde México a China del modelo Lincoln MKZ, que se produce en Hermosillo, Sonora, se mantienen estables. Entre enero y julio, Ford envió al mercado chino 7,496 unidades de este modelo, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Parecería que México se posiciona como una mejor plataforma desde donde producir y exportar a China, lo que podría motivar a los fabricantes a ampliar sus volúmenes de producción en el país. Sin embargo, los especialistas consideran que la industria automotriz no necesariamente será la gran ganadora en esta guerra comercial, como sí lo podrían ser otros sectores como el calzado, textil o los fabricantes de electrodomésticos.
Enter enero y julio de 2018, México exportó 8,143 vehículos a China, la mayoría fueron Lincoln MKZ más 647 unidades de Volkswagen Beetle. Pero el mercado chino apenas representó 0.4 por ciento del total de vehículos exportados en el periodo, según datos de Inegi.
China es una economía que protege a su industria automotriz, por lo que para vender vehículos en ese mercado, los fabricantes extranjeros deben montar plantas en asociación con una armadora local. Así, por ejemplo, Daimler ha establecido en el pasado joint ventures con BAIC para fabricar algunos modelos de su marca a Mercedes-Benz.
Esta política ha limitado la posibilidad de abastecer masivamente al mercado chino desde otros mercados y ha impulsado la construcción de plantas dedicadas para abastecerlo con producción local.
BMW, por ejemplo, fabrica el modelo Serie 3 en México para exportarlo globalmente, excepto a China, que se abastece con una producción local. Audi siguió una estrategia similar para su SUV Q5.
Ahora Ford, que había mantenido una fuerte dinámica exportadora desde Norteamérica hacia China, ha anunciado que empezará a localizar más producción en el país asiático .
“En 2019, Lincoln está en camino de localizar su primer SUV en China. Según lo prometido, Lincoln quiere lanzar un vehículo localizado en China cada año desde 2019 hasta 2021”, dijo la compañía en su último informe de resultados trimestrales.
Especialistas opinan que México podría sufrir un daño colateral en esta guerra comercial, en tanto que muchas de las autopartes de los vehículos que Estados Unidos exporta a China, son de manufactura mexicana.
Por ejemplo, el Lincoln MKC de manufactura estadounidense tiene 20 por ciento de contenido mexicano, según datos de la American Automobile Labeling.
*Fuente: https://www.transporte.mx