El espacio es un mercado en expansión y México busca abrirse camino a través del desarrollo de la industria.
De acuerdo con Morgan Stanley, a nivel mundial en el corto plazo el espacio como tema de inversión podría permear a otras industrias más allá de la aeroespacial y de defensa, como son el caso de los sectores de hardware de TI y telecomunicaciones.
“La industria espacial mundial podría generar ingresos de más de un billón de dólares o más en 2040, frente a los 350,000 millones de dólares actuales. Sin embargo, las oportunidades más importantes a corto y medio plazo pueden provenir del acceso a internet de banda ancha por satélite”, con base en su estudio Space: Investing in the final frontier.
Ante esta expectativa, en México se están haciendo diversos esfuerzos para impulsar la industria del espacio. De acuerdo con Benjamin Najar, CEO de Thrusters Unlimited, la primera empresa mexicana con propiedad de satélites comerciales de observación con muy alta resolución en órbita, la del espacio se trata de la industria más lucrativa de los últimos tiempos dadas sus expectativas.
“Las oportunidades en downstream y upstream son muy amplias, desde aplicaciones hasta integración de naves espaciales en su totalidad. La reducción en costos de producción derivado de la disrupción tecnológica que dio pie al new space ha generado el incremento de la demanda ya creciente del sector privado, así como la oferta del mismo”, expresó.
En este sentido, la estrategia es promover y atraer empresas de productos y servicios enfocados al espacio, ya sea directos o indirectos a establecerse en México. Para ello, detalló que se trabaja en conjunto con el congreso y la comisión de ciencia, tecnología e innovación, con la iniciativa de reforma constitucional a sus artículos 28 y 73 del diputado Jesús Briano Borunda, quien es ingeniero aeroespacial, para generar el marco jurídico y las leyes que aplican a la ley espacial mexicana y así dar certeza a la inversión del sector espacial para inversionistas nacionales como extranjeros.
Una vez con esta modificación, en el mediano plazo podría darse un crecimiento exponencial del sector, tal y como sucedió con la industria aeroespacial, que ha llegado a exportar en los últimos años más de 9,000 millones de dólares. Actualmente, la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (Femia) cuenta con una comisión del espacio, con la que busca replicar el desarrollo que se llevó a cabo con la aeroespacial.
Thrusters Unlimited y la Agencia Espacial Mexicana (AEM) trabajan en el diseño de programas para el Estado, de manera que se genere la necesidad de productos espaciales y no únicamente se adquieran productos y servicios del extranjero.
“Esto daría soberanía y más autonomía en las aplicaciones del espacio para las naciones, los cuales son de alta prioridad y de suma necesidad para el desarrollo social, seguridad nacional, así como conservación del planeta”, precisó.
De esta forma, se colabora con la Agencia Latinoamericana y del Caribe del Espacio (ALCE), creada en el 2021, para hacer un esfuerzo coordinado junto con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para apoyar al crecimiento y desarrollo de la industria espacial y poder solventar el apoyo a los países afiliados.
Proveedores del sector espacial
Según proyecciones de la Secretaría de Economía, en el 2025, la industria aeroespacial se colocará como la décima más importante del mundo, con más de 400 empresas en el país, generando 110,000 empleos y 12,000 millones de dólares en exportaciones.
México reconoce la importancia de su participación en este sector. En el 2021 el gobierno mexicano firmó su participación en los Acuerdos Artemisa, el programa internacional que busca que la humanidad vuelva a pisar la Luna, luego de 50 años del primer alunizaje.
Para ello, Artemisa desarrollará todo tipo de rovers, módulos de aterrizaje robóticos, satélites, estaciones espaciales e infraestructuras en la base lunar. También se establecerán los primeros equipos para comenzar a explotar los recursos de la Luna.
Como parte de este acuerdo, se fomentará el desarrollo científico y tecnológico espacial a través del intercambio de información, el desarrollo de proyectos conjuntos con la NASA y empresas espaciales y, paulatinamente, la creación de empresas espaciales mexicanas.
De acuerdo con Najar, se busca que las empresas aeroespaciales realicen esta transición de abrir y expandir sus líneas de productos para convertirse en proveedores del sector espacial.
Este, consideró, “no es un esfuerzo tan magno para las mismas, ya que generalmente las empresas de aviación tienen sus líneas de espacio y el supply chain es básicamente de los mismos proveedores”, explicó.
Este sector requiere de maquila de alta precisión, metal finishes, mecatrónica, consultoría de ingeniería, fundición, ingeniería aeroespacial, programación, incluso compañías de gases como hidrógeno, entre otros.
México en el espacio
Si bien hoy en día se observa un mayor auge del sector, México ha tenido actividad en esta industria desde 1957 y ha participado en diversos proyectos. Por ejemplo, en el 2019 la AEM, con el apoyo de la NASA, lanzó el AztechSat 1, un CubeSat, con destino a la Estación Espacial Internacional. Y actualmente se lleva a cabo el proyecto Constelación AztechSat, que integra el trabajo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), la Universidad Panamericana (UP), la Universidad Aeronáutica en Querétaro (Unaq) y la Universidad Politécnica de Querétaro (UPQ) para realizar el monitoreo de especies marinas.
De acuerdo con Carlos Contreras, rector de la UPQ, este proyecto permitirá la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades para sus docentes de las ingenierías en redes, telecomunicaciones, manufactura y mecatrónica, lo que les dará un valor agregado, además de su participación con organismos como la AEM y la NASA.
La UPQ participa en el desarrollo del algoritmo matemático para la identificación de las imágenes que recaben de los cubesat o nanosatélites, en la tecnología y transmisión de datos, y la estación terrena que hará el monitoreo de la constelación, entre otros.
Aunque la universidad carece de una ingeniería en aeronáutica, a través de sus ingenierías en redes y telecomunicaciones con la telemetría, así como de mecatrónica, tiene alcance a este sector.
Para Enrique Sosa, rector de la Unaq, se aproxima un boom del sector espacial, por lo que es importante no quedarse fuera y ser partícipe a través del desarrollo de habilidades desde las instituciones educativas para atraer más procesos, programas o proyectos al país.
“Hay empresas que ya desarrollan tecnología espacial, observación y manufacturan partes de satélites, por lo que hay que darles soporte con la generación del talento que se requiere”, dijo.
La participación en la Constelación AztechSat les ayudará a las instituciones educativas a incrementar sus capacidades en aspectos de equipamiento, mismas que beneficiarán el desarrollo de habilidades de los estudiantes y que la investigación espacial se realice tal y como se hace en la aeronáutica.
“Creemos que en 15 años vamos a ser un jugador relevante en la industria espacial. Y solo desarrollando talento es como nos vamos a volver líderes”, concluyó.
Fuente:
Dinorah Becerril-https://mexicoindustry.com/noticia/mexico-quiere-subirse-a-la-carrera-por-el-sector-espacial