En los últimos minutos del 20 de agosto los productores de tomate de México alcanzaron un acuerdo con el Departamento de Comercio de los Estados Unidos, lo que permitirá suspender la investigación ‘antidumping'”, comunicó en Twitter la secretaria mexicana de Economía, Graciela Márquez.
La funcionaria mexicana añadió que este acuerdo es “una buena noticia pues permitirá mantener abierto el mercado” para las exportaciones de tomate mexicano a Estados Unidos.
El subsecretario mexicano para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Jesús Seade, confirmó también este acuerdo y felicitó a los productores de tomate mexicano, de quienes reconoció su “tesón infinito para lograr un acuerdo en este sector tan importante del comercio México-EU”
También destacó el trabajo central realizado por el jefe de la Oficina de la Presidencia de México, Alfonso Romo, el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, y la embajadora mexicana en Estados Unidos, Martha Bárcena.
Ninguna de las partes ha detallado hasta el momento el contenido del acuerdo alcanzado.
El conflicto por el comercio del tomate mexicano comenzó el pasado 7 de mayo, cuando Washington impuso aranceles del 17,5 % a los tomateros de México.
A petición de los productores de tomate de Florida, el Gobierno estadounidense levantó el acuerdo que desde 1996 suspendía las cuotas al tomate mexicano, conocido como Acuerdo de Suspensión del Tomate.
Este acuerdo facilitaba la exportación del tomate a cambio de que los productores mexicanos no vendieran su producto por debajo de un precio mínimo establecido por Estados Unidos.
Aunque se trataba de un pacto entre las autoridades estadounidenses y los productores mexicanos, el Gobierno de México entró en la negociación.
En ese sentido, la secretaria de Economía, Graciela Márquez, mantuvo diversos contactos con el secretario estadounidense de Comercio, Wilbur Ross, para presionarlo a que alcanzara un acuerdo con los productores de México.
El Gobierno mexicano consideraba que Estados Unidos estaba imponiendo unas “condiciones extremas” al tomate mexicano, pues se pretendía imponer estrictas inspecciones del producto en la frontera que retrasaban durante días la exportación.
Según cifras del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), el comercio de tomates mexicanos a Estados Unidos sumó 2.000 millones de dólares en 2018.