Exactamente con el mismo valor, 1,818 millones de dólares cada uno, México y Holanda se ubicaron como los mayores exportadores de tomates en el mundo al 2015, tras tres años de mantener ese liderazgo el país europeo.
Debajo de ambos se ubicaron España (1,067 millones de dólares), Marruecos (530 millones), Turquía (365 millones) y Francia (349 millones).
Dicho fruto es una de las hortalizas más cultivadas en el mundo, con un alto valor económico. México fue el último país de América del Norte en adoptar tecnologías de agricultura protegida; sin embargo, esta industria se ha desarrollado rápidamente, de tal forma que cuenta con una mayor superficie de invernaderos que Estados Unidos o Canadá.
En volumen, México fue el mayor exportador global de tomates en el año pasado, con 1 millón 560,000 toneladas; mientras que Holanda quedó en la segunda posición, con 1 millón 121,000 toneladas.
Las exportaciones mexicanas están concentradas en la región de América del Norte y las holandesas, en el continente europeo. Las primeras crecieron 1.5% interanual en volumen en el 2015 y las segundas descendieron 0.4%, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
América del Norte comercializa tomates de variedades producidas a cielo abierto; en casas sombra e invernaderos; cultivados tradicionalmente en suelo, e hidropónicos y orgánicos, cuya presencia es cada vez mayor.
Los tipos de tomate más cultivados en México, tanto a campo abierto como en agricultura protegida, son: saladette (el que más se produce), bola, cherry, racimo, mimi y campari.
México incrementó de 14,000 a 15,000 hectáreas el área de producción controlada de tomates entre los ciclos del 2015 y el 2016, lo que le ha permitido encabezar las exportaciones mundiales de ese producto, informó el Departamento de Comercio de Estados Unidos.
De enero a junio del 2015 las exportaciones mexicanas de tomates sumaron 1,257 millones de dólares, un alza interanual de 20.3%, según datos de la Secretaría de Economía.
Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (Fira) destacó que la principal fortaleza de México radica en que sus condiciones climatológicas le permiten producir tomate en invierno. En las regiones con un clima templado seco y buena radiación solar, la temporada de producción se puede extender durante todo el año.
