La secretaria de Economía, Graciela Márquez, negó ayer que la imposición de una cuota de 18.48 por ciento a las exportaciones de barriles de acero inoxidable mexicano por parte de Estados Unidos se trate de una política generalizada o una represalia por parte de los estadounidenses.
Detalló que es una de las tantas investigaciones que tiene el gobierno de Estados Unidos sobre diversos productos comercializados en el mercado exterior.
“Lo que ocurrió es que con la (cláusula) 232 nos hicimos muy sensibles a los aranceles de acero, pero en realidad no es una política en contra de la industria, incluso podría ser cierta, que en general haya una práctica comercial no competitiva y hay reglas en el comercio internacional”, apuntó.
El martes pasado el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció que tras una investigación, encontró dumping en las exportaciones de barriles de acero mexicanos por lo que impondrá un arancel de 18.48 por ciento.
“Es parte de la relación compleja que tenemos con Estados Unidos. Todos los días hay investigaciones de daño y de dumping, no es nada extraordinario. No se trata de una represalia y está completamente normada por las reglas del comercio internacional”, dijo al ser entrevistada en el marco de la firma de Pacto Oaxaca, una agenda estratégica entre sector privado, academia y el gobierno de nueve estados del Sur-Sureste del país.
La investigación estaba en curso desde 2017 y se trata de una cuota a un solo producto en particular, los barriles de acero exportados por tres empresas determinadas, según expuso Márquez.
“El impacto es a una cierta fracción arancelaria, a un cierto tipo de barril de acero. No es una política generalizada. Puedo decir que hay investigación de daño y dumping de otros productos”, precisó.