En un reporte difundido esta mañana, la agencia calificadora de valores aseguró que las compañías petroleras locales, que prestan servicios auxiliares en la industria del petróleo y del gas, se podrían beneficiar de nuevas oportunidades de negocio, siempre y cuando la empresa productiva del Estado aumente sus gastos de capital en exploración y producción.
Precisa que a comparación de las empresas de energía en Latinoamérica, Pemex tiene un ambicioso programa de inversiones en exploración y producción, y las firmas petroleras realizarán inversiones de capital modestas hacia finales de 2019 y en 2020, en línea con los niveles de 2018, prefiriendo nuevos proyectos seleccionados de gran escala y mayor margen.
“Nuestro pronóstico para el crecimiento de la producción de petróleo y gas para 2019 y 2020 refleja principalmente nuestras proyecciones para Pemex y Petrobras (Brasil), con la producción de Pemex disminuyendo 7 por ciento en 2019 y creciendo uno por ciento en 2020”, explica.
Añade que la disminución de la producción en 2019 refleja una inversión insuficiente entre 2015 y 2016, cuando los precios del petróleo y el gas cayeron bruscamente.
De acuerdo con Moody’s, el gobierno mexicano depende de las “regalías e impuestos” que le da Pemex y desempeña un papel más importante en la determinación de sus gastos, por lo que un cambio “brusco” en la agenda energética del país “probablemente” afectará a Pemex mucho más que en la caída de los precios internacionales del petróleo entre 2014 y 2016.
“Pemex, que reaccionó con lentitud ante los precios más bajos del crudo y la pérdida de acceso a los mercados de capital a fines de 2015, redujo los gastos de capital y operativos entre 2016 y 2018 y estableció algunas asociaciones con ciertas compañías petroleras extranjeras para buscar oportunidades de exploración y producción”, refirió.
Puntualizó que ahora un cambio en la agenda energética del país puede dificultar a la petrolera a mejorar su desempeño operativo en el sector de la producción al mismo tiempo que se ve afectado por la construcción de la nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco.
Contrario a Pemex, detalla, la industria petrolera en América Latina tiene perspectivas estables para finales de este año y con mejoras en la producción con miras a 2020.