El arancel que Estados Unidos impondrá a las importaciones chinas abriría una ventana de oportunidad para que empresas en México puedan manufacturar por contrato a compañías del país asiático.
“Acabamos de recibir algunas propuestas de empresas de la industria electrónica que están en Shenzhen, que obviamente son productos de un perfil económico, pero que se pueden fabricar sin ningún problema. Por ejemplo, en Jalisco tenemos varias empresas de ‘contract manufacturing’ que pueden tomar ese tipo de proyectos de manufactura, cumplir con las reglas de origen, y de ahí exportarlos a Estados Unidos sin ningún problema”, dijo Jorge Morones, vicepresidente del capítulo occidente de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China, en entrevista.
La semana pasada, el mandatario advirtió que Estados Unidos impondría un 10 por ciento de aranceles a 300 mil millones de dólares de importaciones chinas.
Los nuevos gravámenes, los cuales impactarían a sectores como electrónica (celulares), juguetes, entre otros productos, entrarían en vigor el primero de septiembre, según lo informado por el presidente Trump en su cuenta de Twitter.
De acuerdo con Morones, la situación en el que se encuentran las relaciones comerciales entre los americanos y los chinos ha generado que México tome un atractivo especial para las empresas del país asiático, por las condiciones que puede ofrecer.
“Están entendiendo que no solo se trata de cambiar la manufactura a países del sudeste asiático, sino que también Latinoamérica, pero sobre todo México, tienen potencial de ayudarles a entrar en el mercado de EU, primero por el tratado; segunda por la cercanía; y tercero, por las condiciones logísticas”, afirmó Morones.